Por: Diana Castañeda
El Estudio CT Scan con contraste, realizado en el Manatí Medical Center, brinda un mapa al cardiólogo intervencional para decidir si el paciente es candidato a implante de válvula aórtica. Además, gracias a las medidas específicas que se toman en la angiografía, ayuda a decidir por dónde el especialista debe acceder a realizar el implante y, seleccionar el tamaño y tipo de válvula que necesita la persona.
La Revista Medicina y Salud Pública (MSP) siguió de cerca dicho proceso en el que, se benefician pacientes que requieren una sustitución de válvula aórtica mediante transcatéter (TAVR por sus siglas en inglés). Asimismo, el doctor Julio Valentin, cardiólogo intervencional y la doctora Camila Saadé Yordán, radióloga cardiotorácica, especialistas del Manatí Medical Center, explicaron que anteriormente se realizaba este reemplazo a través de procedimientos quirúrgicos, lo que conllevaba cirugía de corazón abierto.
“Esta técnica fue modificada para poder servir a una población que estaba desprovista, son pacientes a quienes se les debe cambiar la válvula, pero que tienen un riesgo muy alto al someterse a una cirugía de corazón abierto. Así que, se contemplaron diferentes mecanismos en los que se verificaron la funcionalidad, el beneficio y la disminución de riesgos asociados a un procedimiento invasivos”, comenta el Dr. Julio Valentin.
Por medio del transcatéter (TAVR), que significa que se está implantando una válvula que reemplaza su función, se realiza el procedimiento por vía percutánea, no se abre el pecho y, usualmente el paciente está sedado. Se procede por alguna de las vías o vasos sanguíneos grandes del cuerpo, como la cavidad femoral, la carótida o subclavía; posteriormente se introduce el equipo y se procede a implantar la válvula, reemplazando la función de la que ya no está funcionando.
Sin embargo, antes de implantar la válvula, interviene la radióloga cardiotorácica. “Este es un proceso bien interdinámico, así que para ellos poder llevar a cabo el procedimiento se debe realizar un estudio de imagen al paciente, a través de una tomografía computarizada en donde se hace un contraste intravenoso y una angiografía especializada al corazón”, resaltó la Dra. Camila Saadé.
Después se procede con un estudio completo del pecho y el abdomen con el objetivo de tomar medidas específicas requeridas por los cardiólogos para seleccionar el candidato que se pueda acoger a este procedimiento y, asimismo, escoger la válvula.
Los galenos coinciden en que, quienes padecen de estenosis aórtica aplican para realizar este estudio, ya que, cuando una de las válvulas principales del corazón se estrecha, el tratamiento puede ser reemplazar la válvula.
Tras la intervención los especialistas aseguran que no hay ningún cuidado específico, pues en el centro médico se aseguran de que no se presente ningún tipo de extracción de contraste y que el paciente esté en buen estado para dar de alta.
Actualmente, en Puerto Rico solo hay dos hospitales que poseen una sala de cateterismo híbrida y, el Manatí Medical Center es una de ellas, donde además se encuentran los cirujanos, cardiólogos y demás especialistas requeridos para realizar este tipo de intervenciones.
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