Esta teoría es respaldada por un metaanálisis de 2018 de la revista Environment Reseach en la cual revisaron más de 140 estudios y encontraron que la exposición a espacios verdes estaba asociado a una amplia gana de beneficios para la salud incluyendo la presión arterial y un colesterol bajo.
En el siglo XVI, Paracelso, un médico suizo, aseguró que “el arte de curar proviene de la naturaleza y no del médico”. También expertos en Japón promueven baños en el bosque como una clave para la salud física y psicológica.
Por otra parte, un estudio en 2020 en Frontiers in Psychology reveló que caminar en un entorno natural reduce el estrés y mejora la salud mental, los resultados se conocieron luego de analizar 14 estudios en el que participaron estudiantes universitarios.
“Hay mayor evidencia que pasar tiempo en la naturaleza es beneficioso para la salud”, aseguró Donald Rakow, profesor de la Escuela de Ciencia integrativa de las Plantas de la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York.
El Dr. Robert Zarr, un pediatra de Ottawa, Canadá, ha optado por tener recetas para la salud que no requieren principalmente de medicamentos. Según explicó, los pacientes en el exterior pueden sumergirse en los poderes curativos de la naturaleza combinados con los beneficios de los ejercicios en un espacio verde y con un aire fresco.
Tomado de la Sociedad Americana del Corazón
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