Por: Redacción Salud y Cardiología
Cuando un médico menciona al paciente que tiene un soplo cardíaco (soplo en el corazón), generalmente, las personas se asustan y piensan que es algo malo; una enfermedad cardíaca que cambiará la vida, por ejemplo, en el caso de un niño tendrá que dejar de jugar.
El corazón es el órgano que moviliza la sangre y produce sonidos. Este sonido se genera por la apertura y cierre de las válvulas, que permiten el paso de la sangre de un área a otra. Hay cuatro tipos de válvulas clasificadas en dos grupos:
Válvulas atrioventriculares (mitral y tricúspide)
Estas válvulas separan los atrios de los ventrículos.
La válvula tricuspidea separa el atrio derecho del ventrículo derecho y la válvula mitral que esta entre el atrio izquierdo y el ventrículo izquierdo. Estas producen un sonido suave y único, ambos se escuchan a la vez, y en caso de patología o enfermedad se separan los sonidos o uno es más dominante que el otro.
Válvulas semilunares (aórtica y pulmonar)
Estas válvulas separan el ventrículos de los vasos sanguíneos principales (aorta y pulmonar).
Estas provocan el segundo sonido del corazón, ocasionado por la válvula aórtica que esta entre el ventrículo izquierdo y la raíz del arco aórtico. El sonido pulmonar es causado por la válvula pulmonar que se encuentra entre el ventrículo derecho y la raíz del tronco pulmonar. Este sonido varía con la respiración, pero cuando se habla de un soplo se refiere al sonido extra o inusual que se escucha entre los latidos. Este puede ser suave y casi no se percibe o alto, en ocasiones suena como un silbido o áspero como un chillido.
El soplo se produce por un disturbio en el flujo laminar de la sangre al pasar por las válvulas a una frecuencia alta según va disminuyendo el diámetro del sistema. Puede ser inocente (benigno) o anormal, el cual es causado por una condición cardíaca.
El inocente (soplo fisiológico o funcional) aparece en un 80-90% de los niños saludables. Se escucha en algún punto de la vida de un niño, comúnmente en las edades entre los 3 o 5 años. El soplo inocente no es una enfermedad y no es peligroso, por lo que no causa ningún síntoma. Por eso, no hay que restringir la actividad física y no se requiere ningún tipo de tratamiento, incluso si se llega a escuchar por toda la vida. A veces estos soplos se escuchan más fuerte cuando hay fiebre, deshidratación o la persona presenta un ritmo más elevado por alguna enfermedad (tiroide).
El sonido anormal, es causado por una condición en el corazón y puede presentar síntomas de problemas cardíacos que deben ser tratados por medicamentos o cirugía. En los niños, los sonidos anormales son causados por defectos congénitos cardíacos, ocasionados por anomalías o problemas estructurales que están presentes desde el nacimiento.
Los defectos (orificios) en las paredes del corazón se pueden presentar en los ventrículos o los atrios. La seriedad de estos puede variar de acuerdo con el tamaño y localización del defecto. El sonido se produce por el flujo anormal de la sangre por las cámaras o vasos. Otra causa puede ser por anomalías de las válvulas que pueden estar presentes al nacer pero se descubre hasta más tarde. De igual modo, el sonido se puede producir por que la válvula no permite el paso de la sangre a través de ellas, esto se denomina como estenosis.
Otras causas de los defectos del corazón son las infecciones virales o bacterianas o condiciones que afecten las válvulas como la fiebre reumática, endocarditis, lupus eritromatosos y caída de la válvula mitral. También hay condiciones más severas como son la tetralogía de fallot y la atresia tricuspidea, que se presentan y manifiestan al nacer, estas hay que tratarlas con medicamentos y muchas veces intervenirlas quirúrgicamente para que el niño tenga una vida lo más normal posible.
En caso de los adultos son defectos adquiridos en las válvulas de corazón. Esta enfermedad se desarrolla como resultado de condiciones como infección, diabetes, alta presión y lupus. Asimismo, a causa del envejecimiento se endurecen y engrosan las válvulas, especialmente la aórtica o la mitral.
A diferencia del soplo inocente, los soplos anormales o patológicos, son sonidos más fuertes y ásperos, dependiendo del grado se pueden palpar en el pecho. Estos deben ser evaluados por el médico; para identificar la causa, se debe evaluar con una placa de pecho, un electrocardiograma (evalúa el tamaño de las cámaras del corazón y sistema eléctrico) y el diagnóstico se hace con el ecocardiograma (evalúa la estructura y funcionamiento del corazón. Además, identifica los defectos las paredes). El TEE (ecocardiograma trasesofágico) y/o cateterismo posibilita la identificación de anomalías, además de permitir darles mejor manejo ya sea médico o quirúrgico.
En el caso de los niños no hay ningún factor de riesgo para desarrollar un soplo inocente. Pero si hay riesgo de tener hijos con defectos cardíacos cuando se tiene historial familiar de defectos cardíacos, uso de medicamentos o drogas ilegales y enfermedades durante el embarazo como la diabetes.
En los adultos, los factores que los ponen en riesgo de desarrollar un soplo cardíaco son el historial de fiebre reumática, alta presión descontrolada, tratamiento de radiación al tórax, historial de infecciones en el corazón, historial de infartos cardíacos, músculos cardíacos débiles (cardiomiopatías) e hipertensión pulmonar (alta presión en el pulmón).
Es importante recordar que el soplo es un sonido que se escucha entre los sonidos cardíacos, este debe ser evaluado por el médico, él decidirá si necesita otra evaluación más profunda. Además, en la mayoría de los niños es de tipo funcional y puede seguir con su vida normal, pero en caso de tener un soplo causado por defecto su terapia y manejo dependerá de la causa. En los adultos debe evaluarse para saber el tipo e identificar la enfermedad que lo predispuso.
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