El sonido regular de un corazón sin ningún tipo de dificultad es similar a un bum bum, bum bum. Sin embargo, en algunas personas, la sangre hace un sonido adicional cuando atraviesa el corazón y esto es lo que es conocido como un “soplo”.
En la mayoría de los casos, los soplos cardíacos suenan como una especie de silbido entre latidos cardíacos consecutivos.
El corazón late entre 60 y 120 veces por minuto y hace dos sonidos diferentes pero muy similares, sin embargo, cuando hay presencia de un ruido extraño, los especialistas suelen relacionarlo con un soplo. Este, puede ser una alteración en el recorrido de la sangre sin mayores complicaciones pero es importante que se realice un chequeo para tener todo bajo control.
En muchos niños suele detectarse un soplo a temprana edad, pese a esto la mayoría de las veces son casos sin mayores complicaciones e incluso tienden a desaparecer.
Lo mejor es asistir a controles y seguir las recomendaciones médicas para tener todo bajo control.
Se clasifican en una escala del 1 a 6, en donde el 1 es muy suave, apenas se puede oír, mientras que el 6 se escucha con claridad y muy fuerte. Siempre, al ser detectado, tu hijo deberá ser visto por un cardiólogo pediátrico para conocer a fondo su estado de salud.
Estos son algunos de los exámenes que le tendrán que realizar a tu niño:
En los controles de tu niño, pide que sea examinado por un médico general y por un cardiólogo pediátrico para determinar si el soplo es funcional (lo que significa que su hijo está perfectamente sano) o si padece un problema cardíaco específico.
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