A medida que la edad avanza, el corazón y en general el sistema circulatorio empiezan a tener una serie de cambios que a largo plazo afectará la salud cardiovascular de las personas. Algunos de los cambios más frecuentes son el aumento de tamaño del corazón.
Esta serie de cambios hacen que las personas sean más propensas a desarrollar enfermedades cardiovasculares. Estas condiciones se presentan con mayor prontitud en los hombres en comparación con las mujeres. Con el envejecimiento, las enfermedades cardiovasculares más frecuentes son:
Si eres una persona sin antecedentes familiares o factores de riesgo como la obesidad e hipertensión, lo más pertinente es iniciar un seguimiento más regular a la salud cardiovascular. En especial después de los los 40 años de edad en el caso de los hombres y en el caso de las mujeres luego de la menopausia.
El control cardiovascular se puede realizar a través del análisis de los niveles de colesterol, azúcar en la sangre, tensión arterial y control de peso. En caso de encontrar alguna anomalía en estos valores, la persona se hace más propensa a desarrollar problemas cardíacos.
Además del sexo, hay otros factores en los hábitos diarios que pueden influir en el desarrollo rápido o lento de las enfermedades cardiovasculares. Para frenar su evolución es importante que desde edades tempranas se incluya una dieta saludable, ejercicio regular y asistir a las consultas con el especialista de forma regular para mantener bajo control los factores de riesgo.
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