Por: Luis Molinary Fernández MD, FACC, FISC
Muchos pacientes tendrán pánico si algún día su cardiólogo les dice que necesitan un marcapasos. Es que, aunque algunos de ellos se implantan de emergencia en una hospitalización, la realidad es que la mayoría se introduce de manera ambulatoria.
Sentimos miedo por no conocer la relativa facilidad con la que se realiza dicho procedimiento y también por cómo cambiaría nuestra vida si necesitáramos alguno en un futuro.
Los marcapasos que se implantan de urgencia, usualmente son en pacientes que llegan a la sala de emergencia con mareos o pérdida de conocimiento. Además, se encuentran con alteraciones del ritmo cardíaco y los conocemos como bloqueos del sistema eléctrico del corazón.
La mayoría de los bloqueos del corazón son benignos y no necesitan de un marcapasos, pero hay ciertos bloqueos que el médico identifica en la sala de emergencia, que sí están asociados a los mareos o a la pérdida del conocimiento y que necesitan de este dispositivo.
Un gran número de los marcapasos que se implantan de manera ambulatoria luego de una prueba de “holter”, que conocemos como la maquinita de varios cables pegados a nuestro pecho y que nos llevamos a nuestros hogares y que no es más que un electrocardiograma de 24 horas. En este estudio no solamente se pueden encontrar bloqueos intermitentes, sino también pausas de la actividad cardíaca donde el corazón o los latidos son extremadamente lentos y podrían provocar los síntomas antes mencionados.
Un marcapasos de manera ambulatoria significa que usted se hospitaliza en la mañana para un procedimiento que dura alrededor de una hora y regresa a su casa ese mismo día en la tarde. El marcapasos se implanta debajo de la piel, usualmente debajo de la c lavícula izquierda y al darse de alta, usted recibirá unas recomendaciones a seguir las primeras semanas luego del procedimiento, para luego reanudar sus actividades diarias como de costumbre.
Algunas de las preguntas que más se hacen los pacientes luego de la inserción de un marcapasos son:
Aunque podría variar un poco dependiendo de la condición por la cual fue puesto el marcapasos, el promedio de vida de una batería es de 6 a 8 años. Su cardiólogo, mediante pruebas que realiza en la oficina en sus visitas de seguimiento, determina cuándo es el momento para cambiar la batería.
Idealmente se recomienda mantener su celular a más de 6 pulgadas de su marcapasos, pero no hay problema en su uso ni la cantidad de tiempo que lo utilice.
No hay ningún problema en que pueda utilizar el microondas mientras tiene un marcapasos.
No debe haber ningún problema con el funcionamiento de su marcapasos durante una tormenta eléctrica.
No existen problemas en pasar a través de la máquina, pero sí se recomienda no utilizar el escáner manual y notificar al oficial de seguridad que usted tiene implantado un marcapasos para que usen el protocolo a seguir en estos casos.
En resumen, tener un marcapasos, además de que su implantación es un proceso sencillo, le permite vivir una vida plena. Es de suma importancia asistir a sus citas de seguimiento con su cardiólogo, él, junto al especialista de la compañía que fabrico su marcapasos, serán los responsables de que no solo su dispositivo funcione adecuadamente, sino también de prolongar la vida útil de este pequeño dispositivo que puede salvar vidas.
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