El ecocardiograma es una prueba diagnóstica de vital importancia para el paciente que padece algún trastorno cardiovascular, debido a que por medio de imágenes en movimiento muestra el corazón y cómo está su funcionamiento.
El ecocardiograma usa ultrasonidos que permiten conocer datos importantes de la salud cardíaca como: la forma, tamaño, función, fuerza del corazón, movimiento y grosor de sus paredes y el funcionamiento de sus válvulas. Pero no solo esto, también permite identificar información sobre la circulación pulmonar, la presión y analizar si existe líquido alrededor del corazón, el cual se denomina derrame pericárdico.
Uno de los beneficios del ecocardiograma es que gracias a los ultrasonidos que utiliza para dar su diagnóstico, no irradia al paciente a diferencia de pruebas como el TAC y las radiografías. Además, cuando los pacientes se someten a este examen, no sienten dolor ni presentan efectos secundarios.
Para la realización de esta prueba diagnóstica, se recurre a un dispositivo llamado ecocardiográfo, este aparato consta de 3 elementos básicos. Según la Fundación Española del Corazón (FEC), son:
Posteriormente, se recurre a la colocación de electrodos sobre el pecho del paciente, esto con el fin de obtener un electrocardiograma al mismo tiempo que se realiza el ecocardiograma, para brindar un mejor detalle y precisión en los resultados, permitiendo evaluar por completo el estado del órgano cardíaco.
Según la FEC, las imágenes del ecocardiograma se pueden obtener en diferentes modos, estos son:
El personal encargado de la prueba, aplica un gel conductor sobre el pecho del paciente o en algunos casos, sobre el transductor –dispositivo que recibe o suministra la energía-. Después, se coloca el transductor sobre el pecho del paciente, generalmente sobre el lado izquierdo del mismo. El cardiólogo moverá el transductor por el pecho del paciente para ir obteniendo diferentes imágenes. La prueba suele durar entre 15 y 30 minutos, aunque en ocasiones puede prolongarse.
Mientras se realiza la prueba, el paciente permanece acostado boca abajo, intentado estar lo más tranquilo posible. El paciente no requiere de ninguna preparación especial antes del sometimiento al ecocardiograma, además se puede realizar con completa seguridad en mujeres embarazadas y no tendrá incidencias en el bebé debido a que este examen no arroja radiación alguna.
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