Por: Angélica Claudio Merced, Periodista
Entrevista a: Jorge Martínez Trabal, MD, Cirujano vascular, Director del Programa de Residencia Médica en Cirugía del Hospital San Lucas de Ponce
Entre las condiciones que afectan al corazón se encuentra la enfermedad arterial periférica (PAD, por sus siglas en inglés). Esta es una afección que ocurre cuando se reducen los vasos sanguíneos fuera del corazón. En la mayoría de los casos surge como consecuencia de la arteriosclerosis o acumulación de placas en las arterias. El doctor Jorge Martínez Trabal, cirujano vascular y director del Programa de Residencia Médica en Cirugía del Hospital San Lucas de Ponce, respondió nuestras preguntas sobre esta condición y cómo afecta a la población puertorriqueña.
Entrevista de nuestra revista aliada MSP.
JMT: La enfermedad arterial periférica es predominantemente ocasionada por la aterosclerosis (también conocida como arteriosclerosis). Esta es la placa que se forma en las arterias del cuerpo, que eventualmente las ocluye (las tapa), impidiendo el flujo de sangre a través del vaso sanguíneo y ocasionando isquemia y falta de oxígeno en el tejido. Ataca principalmente al corazón, pero también a las arterias que van al cerebro y a las extremidades inferiores con menor frecuencia. Es esta placa, la responsable de las muertes cardiovasculares en la isla y en todas partes del mundo.
JMT: Esta enfermedad se manifiesta en hasta un 10% de la población general. La prevalencia en nuestra isla va en aumento por dos razones: la edad promedio de nuestra población y la cantidad de diabéticos en la actualidad. La edad es uno de los factores predisponentes, ya que es una enfermedad degenerativa. La diabetes es uno de los factores de riesgo más importantes y el que más pone en peligro las piernas.
JMT: Los síntomas son los que determinan el tratamiento adecuado y el pronóstico de la pierna. La claudicación intermitente, que está presente en el 6% de los pacientes mayores de 60 años, se define como un dolor en la pantorrilla o el pie cuando el paciente camina.
La distancia que provoca el dolor o cansancio siempre es la misma y se alivia con un descanso breve. La enfermedad isquémica crítica de las extremidades inferiores, pronostica la pérdida de la extremidad en la gran mayoría de los pacientes de no ser tratada adecuadamente.
JMT: El diagnóstico se realiza con el historial y el examen físico. La ausencia o disminución de los pulsos en las extremidades es suficiente para confirmar el diagnóstico. Todos los pacientes con PAD deben ser evaluados por un equipo multidisciplinario, que incluya un cirujano vascular que pueda realizar procedimientos endovasculares. Para confirmar el diagnóstico también se utilizan varias técnicas, siendo la más importante el índice de presión entre el brazo y el tobillo. Los ultrasonidos solo son necesarios si el índice está normal y la sospecha clínica de PAD se mantiene.
JMT: Los factores de riesgo más importantes son aquellos modificables como fumar, ser hipertenso, tener elevado el colesterol y ser diabético. Estos son los riesgos que pueden manejarse agresivamente para desacelerar el desarrollo de la aterosclerosis. Aunque existen otros como la edad, ser hispano, el sexo masculino y varios factores hereditarios que no se pueden cambiar. En los fumadores, los síntomas de la enfermedad se presentan en un promedio de 10 años antes que en los no fumadores.
JMT: Todos los pacientes deben adherirse a las recomendaciones del manejo o control de los factores de riesgo. Además, es imperativo que estén tomando agentes antiplaquetarios como la aspirina o el copidrogel. El tratamiento de los que sufren de claudicación intermitente también incluye cilostazol (para mejorar la circulación) con una rutina de ejercicios 30 minutos diarios. Estos pacientes no deben tener ningún tipo de intervención, ya que no está indicado. Los pacientes con isquemia crítica de las piernas, condición que se presenta con dolor al descanso, ulceraciones que no sanan o pérdida de tejido (Gangrena), deben ser tratados agresivamente para evitar la amputación de la extremidad.
En muchos casos, la pierna se puede revascularizar con cirugías endovasculares y otros requieren un puente con una vena para poder llevar sangre al área afectada.
JMT: Las técnicas endovasculares son muy variadas y pueden consistir en pasar un globo a través de la lesión y dilatarla para abrir la obstrucción, lo que se conoce como angioplastia. En algunos casos va seguido de una mallita metálica para poder mantener el área abierta. Otras técnicas consisten en remover la placa y se pueden realizar con catéteres, con cuchillas, con una mecha de diamante o con un rayo láser. A pesar de las nuevas tecnologías, las cirugías de “By-pass” siguen siendo la mejor opción para aquellos pacientes donde la enfermedad es severa.
JMT: La investigación científica se mueve cada día más hacia lo menos invasivo posible. Se está investigando con mallas cubiertas por agentes químicos para mejorar la durabilidad y con mallas que son absorbidas por el cuerpo y no dejan marca. El futuro creo que está en las células primarias “Stem cell”, que sacan de la médula ósea del paciente y se tratan en el laboratorio, para luego inyectarlas en la extremidad afectada y que nazcan nuevos vasos sanguíneos.
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