Por: César Fuquen Leal
Nuestra revista aliada MSP, llevó a cabo una conversación con el Dr. Jorge Martínez, cirujano vascular y director del programa de Residencia de Cirugía del Hospital San Lucas en Puerto Rico. Durante el diálogo con el galeno se habló de diversos temas relacionados con los métodos y tratamientos para prevenir y evitar amputaciones de los pacientes que sufren anomalías cardiovasculares.
Al indagar al Dr. Martínez acerca de su profesión y práctica clínica, afirmó que siempre hay mucha confusión en la población acerca de lo que hace un cirujano vascular y un cardiólogo.
“Una persona tiene problemas de las arterias, problemas de la pierna, las arterias carótidas y no entienden realmente quien es la persona que trata estas patologías, el cirujano vascular no es el cirujano que se encarga del corazón, nosotros nos encargamos de la tubería, el cuerpo tiene un sistema circulatorio que tiene sistemas y venas”, afirmó el doctor.
Uno de los trastornos cardíacos que mayor prevalencia hay en Puerto Rico es la enfermedad arterial periférica y sus síntomas muchas veces ocasionan dolor en las extremidades de los pacientes.
“Tú puedes tener la arteria tapada al nivel del muslo, pero el dolor principalmente va a comenzar en los deditos del pie, porque esa es la parte más distante y es la parte que va a estar más afectada” precisó el cardiólogo.
Desafortunadamente, los pacientes han tenido que recurrir a métodos poco ortodoxos para contrarrestar el dolor producido por esta condición. “Lo único que les alivia es pararse o sentarse al lado de la cama y tener el pie hacia abajo y eso poco a poco les alivia el dolor” explicó el especialista. Además, hizo énfasis en que el hecho de que los pacientes tengan algún trastorno en los vasos sanguíneos, no quiere decir que se encuentren enfermos, debido a que después de la niñez todas las poblaciones tienen placa eritematosa en sus cavidades sanguíneas.
Aquellos pacientes que tiene gangrena, una ulcera que no sana o un problema de dolor al descanso, deben ser evaluados por un cirujano vascular de inmediato y por eso es que deben ir a San Lucas; porque en San Lucas tenemos el servicio vascular mejor de toda la isla de Puerto Rico, nadie se nos compara. Somos el hospital que más casos vasculares trabaja en toda la isla de Puerto Rico”.
Según el Dr. Martínez se tiende a confundir estas dos patologías, es por eso que el especialista explicó cada una. “Cuando la enfermedad arterial periférica esta asintomática es una urgencia, ellos se arriesgan a perder la extremidad. Si usted tiene más de 70 años la probabilidad de que usted tenga una prótesis es remota, lo mejor que se puede hacer por usted es tratar de salvarle esa extremidad”.
Los pacientes que sufren de la enfermedad venosa los aquejan constantemente pesadez, cansancio en las piernas, adormecimiento y calambres en las piernas.
“El problema más serio cuando hablamos de patologías del alcantarillado o las venas, son las ulceras venosas, son bastante características porque no son en el pie, son en la pierna; esas ulceras ahí son las ulceras más difíciles de tratar”, comenta el Dr. Martínez.
Frente al tratamiento para contrarrestar los síntomas de estas enfermedades, el galeno explica que el procedimiento más efectivo es aplicar terapia de comprensión. Este método –en ocasiones- genera gran preocupación en los pacientes, debido a que como generan presión en las piernas, se cree que aumentarán el dolor y los síntomas que estas enfermedades producen.
“Tú crees que si el experto te lo está recomendando te va a hacer daño (…) si el problema es arterial, nada te debe apretar porque va a empeorar la cosa, pero si el problema es venoso, en efecto la terapia de compresión es lo más eficiente para mejorar los síntomas y detener el deterioro de la enfermedad”.
Según el médico, en la comunidad médica internacional se tiene el imaginario de que la única forma de salvarle la vida a los pacientes es amputándoles las piernas y no es así.
“Quizás con un procedimiento endovascular tu puedes mejorarle la circulación y en vez de cortarle la pierna lo mandas para la casa y ya, un procedimiento que es menos del 1%, que tiene una mortalidad de 0.1%, y le sometemos la cirugía más agresiva, cuando se le puede hacer lo menos invasivo y dejarlo quieto”.
Para finalizar, el doctor Martínez afirma que, desde Puerto Rico, en cabeza del Hospital Episcopal San Lucas, se está demostrando al mundo y al ámbito médico, que la amputación no es el único método para salvarle la vida a los pacientes y que pueden aumentar la calidad de vida de los afectados con terapias menos invasivas. Además, agregó que se puede reducir la prevalencia de esta enfermedad evitando biomarcadores como fumar, controlar el colesterol alto, diabetes y la edad.
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