Como sabes, el colesterol y los triglicéridos son unos de los principales problemas de salud que aquejan a la población mundial. Controlar estos trastornos requiere de simples cambios de vida como el aceite con el que cocinas, la implementación de ejercicio y otros pequeños cambios.
Muchos de los pacientes con este tipo de patologías no saben qué tipo de aceites pueden utilizar para cocinar. Algunos especialistas recomiendan el aceite vegetal o el de soya, debido a que contienen ciertos componentes vegetales, produciendo una reducción del colesterol LDL sin afectar al colesterol HDL o a los triglicéridos.
Otro de los beneficios del aceite de girasol, es que posee altos índices de esteroles vegetales, los cuales se encuentran en las legumbres y en alimentos como:
Además, el aceite de oliva está constituido principalmente por ácido oleico (ácido graso monoinsaturado), no solo reduce el colesterol LDL, sino que aumenta el colesterol-HDL “bueno” y tiene un alto nivel de vitaminas liposolubles, especialmente la vitamina E y de antioxidantes. En ese sentido, la Fundación Española del Corazón recomienda como grasa de elección el aceite de oliva, ya sea en crudo o para cocinar, dentro de una dieta mediterránea.
Algo a resaltar y que debes tener en cuenta es que el sobrepeso y la obesidad son factores determinantes en el aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos. Además, factores como el alcohol, el sedentarismo, la no realización de actividad física y la ingesta de dietas ricas en alimentos con azúcar y grasa, causan gran repercusión en la salud del ser humano.
Así que no lo pienses más, comienza con buenos hábitos alimenticios, de ejercicio y de vida y podrás gozar de una vida saludable y regalarle vida a tu corazón.
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