Por: César Fuquen Leal
En el marco de la Convención Anual de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología, la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) entrevistó al cardiólogo y presidente del Comité Científico de esta entidad, el Dr. Jorge González Santos, quien comentó que se han desarrollado nuevos fármacos anticoagulantes para el tratamiento de la fibrilación atrial.
“Existen medicamentos nuevos gracias a Dios, porque nosotros desde que comenzamos a trabajar con la warfarina nos dimos cuenta que eso no era un medicamento nuevo, era demasiado pobre, pero no había más alternativas. Ahora tenemos unos anticoagulantes que actúan no a nivel hepático inhibiendo la síntesis de múltiples factores de riesgo, sino que van a uno específico en la cascada de coagulación que son los anticoagulantes orales de acción directa o no dependiente de antagonismo de vitamina K”, dijo el Dr. González Santos.
De igual forma, el galeno también explicó cómo se realiza un diagnóstico y cómo evidenciar que el paciente padece este tipo de arritmia:
“Si sabemos la función hepática del paciente y conocemos su función renal, nosotros podemos tener ya la capacidad de predecir cuál va a ser el nivel de anticoagulación que vamos a obtener. Vamos a tener un paciente protegido de desarrollar un derrame y con un bien bajo riesgo de sangrado”.
Uno de los beneficios de los nuevos medicamentos anticoagulantes es que evitan el sometimiento a cirugías cardiovasculares y, por ende, el riesgo de muerte e infecciones.
“Si el paciente se va a intervenir, hay unos periodos de tiempo que con los medicamentos nuevos es más fácil, después de 24 horas que nosotros le quitemos el medicamento, la anticoagulación se fue. (…) Hay intervenciones que se hacen endovasculares cuando ya el paciente desarrolla la apoplejía o la trombosis. Los pacientes se evalúan y se ve si se le puede hacer trombolisis o romperle el coágulo. Entre comillas es como un aborto de la trombosis o el derrame, así que queda prácticamente intacto a como estaba antes”,
precisó el Dr. González.
El galeno hizo un llamado a la comunidad boricua para que, ante el más mínimo síntoma o indicio de padecer fibrilación atrial, algún tipo de arritmia o enfermedad cardíaca, asistan a la sala de urgencias y eviten resultados fatales.
“Si a usted le duele el pecho o tiene alguna debilidad lateralizada, vaya a sala de emergencias y que ahí le den de alta. Si no resuelve con estos medicamentos puede pasar a manos de cirujanos o de neurocirujanos que pueden hacer la cirugía abierta o hasta endovascular, lo que se llama una tromboectomía. (…) El hecho de que la fibrilación atrial sea asintomática, no quiere decir que usted no está en riesgo de tener una apoplejía o una trombosis cerebral”, concluyó el especialista en entrevista con MSP.
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