En Puerto Rico han cobrado auge varios procedimientos para tratar la condición en las arterias conocida como la enfermedad arterial periférica (EAP), que se produce fuera del corazón o el cerebro.
En estudios hechos en Puerto Rico se ha encontrado la condición en cerca del 42% de las personas de 50 a 69 años de edad. El 30% de estos pacientes mayores de 50 años estarían en riesgo de morir en cinco años, principalmente por causas cardiovasculares.
Más del 95% de las personas con enfermedad arterial periférica en Puerto Rico tiene al menos uno de los factores de riesgo relacionados con enfermedad cardiovascular. La prevalencia de esta condición aumenta con la edad y se estima en 30% en personas sobre 70 años. En mujeres es más común después de la menopausia. Se observa en pacientes diabéticos, con alto colesterol, obesidad fumadores e hipertensos. Por lo prevaleciente de estas condiciones en Puerto Rico, la necesidad de alternativas cada vez menos invasivas es cada vez más importante”, explicó el Dr. Carlos Anaya, radiólogo intervencional de Manatí Medical Center (MMC) en un documento enviado a la prensa.
La enfermedad arterial periférica generalmente afecta las arterias de las piernas, pero también puede involucrar las arterias que llevan sangre a la cabeza, los brazos, los riñones, órgano genital masculino y el tracto gastrointestinal. El bloqueo arterial puede ser súbito o progresivo y en ambos casos pueden llevar a la pérdida de la extremidad u órgano comprometido e incluso provocar la muerte.
Al hablar de EAP de las extremidades los síntomas más frecuentes incluyen dolor progresivo al caminar usualmente en el área de las pantorrillas (batata) y/o muslos, úlceras en pies/piernas que no sanan o se infectan con facilidad y gangrena.
En nuestra cultura comúnmente se le llaman venas a todos los vasos sanguíneos, pero es importante hacer la diferencia entre arterias y venas. Las arterias son aquellas que llevan la sangre oxigenada y rica en nutrientes a los diferentes órganos y las venas aquellas que la llevan de vuelta al corazón. Las arterias son las que se estrechan, o incluso se bloquean por los factores de riesgo que los médicos enfatizamos”, añadió el doctor Anaya.
Es muy importante consultar a un especialista con experiencia en el manejo de enfermedad vascular y técnicas endovasculares mínimamente invasivas. Este especialista puede realizar una evaluación clínica detallada del problema ayudándose de algunas pruebas sencillas no invasivas como Duplex y pletismografía. En algunos casos puede ser necesario utilizar técnicas más sofisticadas como el CT o MRI para obtener arteriografías no Invasivos.
Entre los tratamientos mínimamente invasivos que pueden utilizarse para tratar la enfermedad arterial periférica (EAP) y así mejorar el flujo sanguíneo al área afectada se encuentran: angioplastia convencional y angioplastia con balón medicado, colocación de stent vascular y aterectomía por catéter.
La angioplastia consiste en la reparación de una arteria inflando un globito cilíndrico en los puntos de máxima estrechez. Cuando esta maniobra no es suficiente puede ser necesaria la colocación de un stent vascular, una mallita cilíndrica que empuja las paredes del vaso para mantenerlo abierto. Este procedimiento generalmente se realiza en una sala de angiografía.
Comúnmente la angioplastia con o sin colocación de stents se utiliza para tratar condiciones que involucran un estrechamiento u obstrucción de las arterias en el cuerpo, incluyendo entre otras:
En el procedimiento de angioplastía, se utilizan imágenes de rayos X en tiempo real para guiar un catéter con un balón en la punta hasta el interior del vaso que se encuentra estrecho o completamente bloqueado. El balón se infla en el lugar de la estrechez para abrir el vaso sanguíneo, luego se desinfla y se saca. Según explica Anaya, este procedimiento es mucho menos invasivo que otras intervenciones quirúrgicas y generalmente se realiza bajo mínima sedación y anestesia local.
En ocasiones para la caracterización de enfermedad más severa es necesario realizar un arteriograma o cateterismo de las arterias afectadas. De ahí se procede a analizar las alternativas terapéuticas.
Cuando la angioplastia no es suficiente, se puede colocar un pequeño tubo de malla de alambre llamado stent que se queda de forma permanente en la arteria o vena para ayudarla a quedarse abierta”, añadió Anaya. Hay dos tipos básicos de stents: stents sin recubrimiento (malla de alambre) y stents cubiertos (también comúnmente llamados stent grafts).
En los últimos años han surgido nuevos desarrollos tanto en la angioplastia como el stent con los balones y stents medicados. Estos balones y stent vienen impregnados con un medicamento llamado Paclitaxel. Este es un medicamento antiinflamatorio que disminuye los índices de reoclusión en las áreas de tratamiento lo que ha llevado a obtener resultados muy similares a los obtenidos con cirugía pero con técnica mínimamente invasiva, usualmente ambulatoria, de recuperación rápida y de buena durabilidad con índices muy bajos de reintervención. Con estos nuevos balones y stents medicados las arterias permanecen abiertas más tiempo y la necesidad de reintervenir a los pacientes disminuye.
Otro de los tratamientos que puede utilizarse para tratar la enfermedad arterial periférica de manera mínimamente invasivas es la Aterectomía por catéter. En este procedimiento un pequeño catéter se lleva hasta el lugar de la obstrucción para remover la placa arterial. Hay diferentes tipos de catéteres de aterectomía que incluyen aterectomía láser, aterectomía de corte direccional, aterectomía rotacional y la aspiración. Cada modalidad tiene sus ventajas y desventajas así que es importante contar con diferentes opciones en el laboratorio para cubrir la necesidad de cada paciente.
Es importante entender que todo tipo de tratamiento vascular o endovascular está tratando la consecuencia o manifestación vascular de una enfermedad sistémica, o la consecuencia de las enfermedades que llevan al padecimiento vascular. Es primordial trabajar con el paciente y con su médico de cabecera en optimizar el cuidado de su diabetes, colesterol, obesidad y dejar de fumar. De lo contrario las estrecheces que se trataron pueden recurrir rápidamente. Es primordial modificar el estilo de vida que los llevó a desarrollar la EAP”, explicó el doctor Anaya.
Comentarios de Facebook