El magnesio es un nutriente que ayuda a minimizar los daños en el corazón y evita los daños colaterales producidos por ataques al corazón. Este mineral, se puede encontrar principalmente en los frutos secos, semillas enteras, verdura y hortalizas, pero a pesar de estar presente en esta variedad de alimentos en muchas ocasiones no es consumida en las cantidades necesarias.
El bajo consumo de magnesio, produce una deficiencia de él, lo cual trae consecuencias como:
Entre las propiedades del magnesio se destaca la prevención de los espasmos musculares de los vasos sanguíneos periféricos, lo que ayuda a evitar la presión alta y un ataque al corazón. De igual modo, previene la obstrucción de las arterias. Además, regula la función de los músculos, el sistema nervioso y los niveles de azúcar en la sangre.
En combinación, el consumo equilibrado de potasio, sodio, calcio, y magnesio, ayuda a que el corazón se contraiga de manera adecuada y a que los latidos del corazón
De acuerdo con estudios, el magnesio puede incluirse en el tratamientos de arritmias ventriculares, la insuficiencia cardíaca, antes y después de una operación de corazón. Esto, debido a que, según investigaciones, el suministro por medio venoso del mineral influye en la reducción de la frecuencia de las arritmias ventriculares.
Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), el consumo diario recomendado de magnesio varía de acuerdo al sexo y la edad de la persona. En el caso de los hombres el consumo debe estar entre 400–420 mg y en las mujeres de 310–320 mg.
Entre los alimentos que contiene una buena cantidad de magnesio, se destacan las almendras, avellana, germen de trigo, soja en grano, nueces, cacao, judías blancas, cacahuete, arroz integral, entre otros.
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