Sin duda alguna, reconocemos a febrero como el mes del amor, un sentimiento positivo y armónico que se comparte entre el cerebro y el corazón, además, recordamos que mundialmente se celebra el mes de personas con condiciones congénitas cardíacas. Por eso, una de las mejores formas de demostrar a nuestros familiares y amigos cuánto los amamos es la atención que prestamos al cuidado de su salud cardiovascular. No sobra recordar que el actual estilo de vida, en el que la hipertensión, los altos niveles de azúcar y el sedentarismo cada día ganan más terreno, es uno de los grandes detonantes para desarrollar enfermedades que afecten a corto, mediano o largo plazo nuestro corazón.
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