La sepsis o septicemia es una enfermedad muy grave que afecta la sangre del ser humano. Se evidencia mediante manifestaciones inmunitarias que emiten el cuerpo humano. Para contrarrestar los síntomas de esta enfermedad, el organismo libera una serie de sustancia químicas que causan inflamación generalizada, lo que produce coágulos de sangre y problemas en los vasos sanguíneos.
Cuando se presenta esta anomalía, varios órganos podrían verse afectados al punto de que podría afectar el normal funcionamiento de los órganos; disminuye la presión arterial, debilita el corazón y genera un shock séptico.
Esta enfermedad se presenta por una infección, lo que quiere decir que cualquier persona puede verse afectada por esta enfermedad. Sin embargo, la sepsis es más peligrosa y tiene mayor prevalencia en:
Como leíste anteriormente, este trastorno es causado mayormente por infecciones, bacterias o virus. No obstante, existen otros factores que aumentan el padecimiento de esta enfermedad, algunos de ellos son:
Esta enfermedad -como la mayoría de patologías que afectan al ser humano- poseen factores de riesgo, según MayoClinic estos son:
Cuando confirman el padecimiento de sepsis, quiere decir que tienes una posible infección, lo que puede causar que sufras:
El personal médico desarrollará algunas pruebas de laboratorio que evidenciarán la sepsis u otras infecciones alojadas en el torrente sanguíneo. Algunas de ellas son:
Sí, las personas que sufren esta enfermedad deben tener un control minucioso y controlado para lograr salvarles la vida. Por lo general, el tratamiento que reciben deberá ser en la sala de urgencias o cuidados intensivos de un centro hospitalario.
Si tienes sepsis o un choque séptico, posiblemente sea necesario tomar medidas que salvan vidas para estabilizar la respiración y la función cardíaca.
Algunos de los tratamientos más comunes son:
Comentarios de Facebook