Durante la época vacacional solemos dejar a un lado los hábitos sanos que llevábamos y comenzamos con actividades que aumentan significativamente el riesgo de algunas enfermedades del corazón. La alta ingesta de alcohol, de alimentos con alto contenido de grasas trans, dormir menos y trasnochar más son algunas de las costumbres que adoptamos durante esta época.
Es por eso que en el artículo de hoy te daremos algunos consejos para que estés preparado y al retomar tus actividades laborales des lo mejor de ti y sigas cuidando tu corazón.
Ten en cuenta que una vez comienzas con la jornada laboral, los horarios vuelven a ser más estrictos y tendrás que dejar a un lado tus espacios recreativos. Es por eso que tu cuerpo, metabolismo y organismo tendrán cambios sustanciales.
Al volver a la rutina laboral habrá menos tiempo para agendar lo que llevaremos para almorzar, es por eso que deberías sacar un tiempo al inicio de cada mes y hacer diferentes tipos de menús saludables para el corazón.
Te recomendamos incluir la dieta mediterránea en tu dieta, algunas investigaciones evidencian que ataca los síntomas de la insuficiencia cardíaca. Dentro de esta rutina alimenticia puedes incluir frutas, verduras, pan y cereales integrales y mucho pescado.
Si quizá eras de los que en vacaciones iba al gimnasio, salía a trotar o hacía otras actividades físicas y ahora, por su horario de trabajo ya no puede hacerlo, te recomendamos sacar al menos 150 minutos semanales para hacer ejercicio. Puedes variar el tiempo en el que realices estas actividades y así no solamente beneficiarás a tu corazón, sino que eliminarás múltiples factores de riesgo de otras patologías.
El cansancio de las actividades que realizas en el trabajo muchas veces hacen que te dé sueño más temprano, déjate caer en los brazos de Morfeo y no le impidas a tu cuerpo el descanso que necesita quedándote hasta tarde viendo televisión o haciendo otras actividades.
Recientes investigaciones evidencian que las personas que duermen un mínimo de 7 horas durante las noches tienen una significativa disminución del riesgo cardíaco. Esto, acompañado de comer sano, hacer ejercicio y no fumar.
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