Investigadores King’s College de Londres han creado un tratamiento que estimula el crecimiento de las células del corazón y regenera los tejidos afectados después de un infarto.
Cuando se produce un infarto quedan una serie de heridas que forman cicatrices. Es decir, que el nuevo tejido es distinto del original y ya no funciona ni bombea sangre de manera normal, lo que puede desencadenar un fallo cardiaco.
Cómo funciona
Este tratamiento permite que las células supervivientes se proliferen, por medio de la producción del ARN mensajero, lo que hace que las proteínas contribuyan al desarrollo de células sanas. Luego, mediante una tecnología especializada, se inyectan directamente en el corazón para incentivar su multiplicación.
Además, los expertos identificaron tres proteínas que prohíben que las células mueran animándolas a repararse y las nuevas en lugar de formar una cicatriz, generan nuevo tejido muscular.
Se espera que los investigadores y expertos puedan iniciar el ensayo con humanos en los próximos dos años, ya que, este tratamiento podría disminuir el riesgo de infarto y salvar millones de vidas en el mundo.