Hacer ejercicio de forma regular, actúa como un agente protector frente al desencadenamiento de muerte súbita cardíaca. Así lo explica un estudio realizado por investigadores de las facultades de Fisioterapia, Medicina, Ingeniería Electrónica de la Universitat de València (UV) y del grupo de innovaciones ITACA.
Uno de los principales causantes de la muerte súbita cardíaca es la fibrilación ventricular –la arritmia más grave de todas-. En ese sentido, el estudio evidenció que realizar actividad física que no requiera mayor esfuerzo y que sea en rutinas moderadas disminuye el riesgo de padecer esta enfermedad.
Los investigadores hacen la salvedad de que este hallazgo es un acercamiento, pero que exactamente no están definidos los mecanismos que podrían proteger la salud cardiovascular. Para conocer los resultados se intentó aplicar estos protocolos de ejercicio físico aérobico en conejos de laboratorio y que beneficia significativamente las propiedades eléctricas del corazón relacionadas con la fibrilación ventricular.
Otro de los objetivos de este trabajo investigativo era conocer si algunas de las neuronas colinérgicas –ubicadas en el corazón- desempeñaban algún rol en los posibles cambios que se podría desempeñar con el entrenamiento moderado. La metodología del procedimiento consistió en analizar algunas partes del conejo y se evidenció que los efectos del ejercicio disminuyen la incidencia de la muerte súbita cardíaca.
Los resultados evidenciaron cuando se recurre a la realización de ejercicio físico se produce un incremento de la refractariedad ventricular, de la heterogeneidad electrofisiológica ventricular y un aumento de la estabilidad eléctrica. Según los investigadores esta investigación abre el espectro y la posibilidad de realizar nuevos análisis que sirvan para evidenciar la efectividad del ejercicio en la disminución de la enfermedad mencionada.
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