Un estudio realizado por investigadores estadounidenses evidenció que estar casado y feliz con la pareja, evita el padecimiento de enfermedades cardiovasculares. La investigación dejó entrever que no estar en unión marital aumenta un 40% el riesgo de morir por insuficiencia cardíaca y un 16% el de morir por trombosis.
El trabajo titulado como “Marital status and risk of cardiovascular diseases: a systematic review and meta-analysis”, publicado en la revista Bristish Medical Journal y dirigido por el Dr. Chun Shing Kwok del grupo cardiovascular de la Universidad de Keele en Reino Unido, expresó y evidenció que el estado civil debería considerarse un factor de riesgo.
Para conocer los resultados de este estudio, se analizaron 34 trabajos en los que se analizaban a más de dos millones de personas entre 42 y 77 años de países situados en Europa, Escandinavia, América del Norte, Medio Oriente y Asia. Los participantes que no estaban casados, habían enviudado o se encontraban separados tenían un 42% más de riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular y un 16% más de padecer una enfermedad coronaria.
Otro de los hallazgos de esta investigación fue que el no haber contraído nupcias, incrementaba notablemente el riesgo del padecimiento de un accidente cerebrovascular y las personas que se habían sometido a un divorcio tenían un 35% de riesgo de padecer alguna enfermedad coronaria. Asimismo, se evidenció que los viudos y viudas tenían un 16% más de probabilidades de sufrir un ictus.
La principal aclaración de esta investigación, fue que no se midió la estabilidad y calidad del matrimonio, debido a que se entiende que una unión marital feliz beneficia el corazón significativamente. Además, se logró evidenciar que las personas que habían sufrido un infarto tenían una recuperación diferente y todo dependía de su estado civil. En ese sentido, ser soltero se asocia con un mayor riesgo de mortalidad por alguna anomalía en el corazón.
Este estudio sugiere a los cardiólogos y médicos de cabecera empezar a evaluar el estado civil del paciente a la hora de realizarle algún diagnóstico o comenzar con un tratamiento para contrarrestar los síntomas de alguna patología cardíaca.
Las enfermedades cardiovasculares que incluyen las enfermedades coronarias, hipertensión y enfermedades cerebrovasculares (derrames cerebrales), son la causa de muerte más frecuente en todos los países desarrollados, incluyendo a Puerto Rico. En las últimas décadas y gracias a los avances en la detección temprana, el desarrollo de medicamentos y técnicas invasivas y quirúrgicas para tratar estas condiciones, hemos visto una disminución significativa en las estadísticas. Sabemos que existen condiciones llamadas factores de riesgo, que exponen al paciente en mayor riesgo cardiovascular. Entre los más importantes se incluye la alta presión, el colesterol elevado, la diabetes, la obesidad y el hábito de fumar. En Puerto Rico, desafortunadamente la incidencia de estas condiciones es extremadamente alta, de acuerdo a las estadísticas del CDC para el 2015.
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