La relación entre la artritis y el sistema circulatorio se debe a que la inflamación provocada por esta enfermedad autoinmune puede ocasionar un estrechamiento en los vasos sanguíneos, lo cual puede desencadenar la formación de una placa en las venas o arterias con sustancias como colesterol o calcio que impiden en fluido sanguíneo.
Adicional a la acumulación de placas en los vasos sanguíneos, la artritis hace más propenso a paciente de un ataque cardiaco o un derrame cerebral. Asimismo, la artritis puede contribuir en la inflamación del corazón aumentando el riesgo de una insuficiencia cardíaca.
De acuerdo con los datos ofrecidos por la Fundación de la Artritis, luego del diagnóstico de la artritis el riesgo del paciente de un ataque al corazón se eleva en un 60% y de un infarto en un 50%.
Otro de los factores que aumenta el riesgo cardiovascular son los medicamentos utilizados para controlar la artritis como los AINE y los corticoides. Por ello es importante que el paciente con esta condición asista con regularidad a sus controles y manifieste cualquier anomalía que presente con el funcionamiento de su corazón.
Con esto presente es importante que el paciente mantenga un estilo de vida activo, con hábitos de alimentación sanos y tenga bajo control la inflamación. Esto no solo contribuirá al cuidado de las articulaciones, también conservará la salud del corazón.
Las enfermedades cardiovasculares que incluyen las enfermedades coronarias, hipertensión y enfermedades cerebrovasculares (derrames cerebrales), son la causa de muerte más frecuente en todos los países desarrollados, incluyendo a Puerto Rico. En las últimas décadas y gracias a los avances en la detección temprana, el desarrollo de medicamentos y técnicas invasivas y quirúrgicas para tratar estas condiciones, hemos visto una disminución significativa en las estadísticas. Sabemos que existen condiciones llamadas factores de riesgo, que exponen al paciente en mayor riesgo cardiovascular. Entre los más importantes se incluye la alta presión, el colesterol elevado, la diabetes, la obesidad y el hábito de fumar. En Puerto Rico, desafortunadamente la incidencia de estas condiciones es extremadamente alta, de acuerdo a las estadísticas del CDC para el 2015.
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