Por: Redacción Salud y Cardiología
Un estudio realizado por investigadores suizos, evidenció que las células del pez cebra regeneran el corazón después de sufrir un infarto. La investigación liderada por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares III y la Universidad de Berna, en colaboración con la Universidad de Zúrich (Suiza) encontró que, durante el proceso de regeneración, hay un alto grado de plasticidad en los distintos tipos celulares del músculo cardíaco del pez cebra.
Cuando el paciente sufre un infarto de miocardio, el corazón de este sufre la pérdida de una gran cantidad de cardiomiocitos –células que componen el músculo cardíaco-. Teniendo en cuenta este planteamiento, se ha encontrado que existen diversos animales que podrían llegar a reemplazar el miocardio que sufrió algún daño con nuevos cardiomiocitos.
Una de las especies animales que sirven para este fin, es el pez cebra (Danio rerio), el cual posee un sistema que ha servido como referente en la investigación cardiovascular y que permite entender los mecanismos que controlan la regeneración y modelo de inspiración para el desarrollo de futuros tratamientos que cumplan una función regenerativa.
El aspecto que más se resalta de este hallazgo, es que el corazón del pez cebra es capaz de regenerar la función cardíaca después de un infarto, gracias a que los cardiomiocitos que posee se dividen y permiten repoblar o restablecer la zona que sufrió la anomalía cardíaca, logrando eliminar el daño que se desencadenó.
Los investigadores afirman que se tienen que realizar nuevos estudios, los cuales permitan identificar si todos los cardiomiocitos que el pez cebra tiene dentro de sí, sirven para regenerar la capacidad del corazón, beneficiando las diferentes zonas que se pudieron ver afectadas después de sufrir un infarto.
Comentarios de Facebook