Un reciente estudio evidenció que las personas que viven en zonas en las que está prohibido fumar, como restaurantes, bares y demás presentan niveles de presión sistólica más baja que los individuos que están directamente relacionados con el humo del tabaco. La investigación fue publicada por la Journal of the American Heart Association.
En la gran mayoría de países del mundo se han desarrollado normas y leyes que prohíben el consumo de cigarrillo en lugares públicos. Esta normatividad ha reducido significativamente la tasa de hospitalizaciones por enfermedades del corazón. El estudio mencionado lo que hizo fue analizar los cambios en la presión arterial y trajo consigo grandes resultados.
Los investigadores utilizaron los datos del estudio ‘CARDIA’ que se llevó a cabo desde 1995 hasta el 2011. En este se analizaron los riesgos de la arteria coronaria en adultos jóvenes con las políticas locales y estatales de espacios libres de humo en restaurantes, bares y oficinas.
Stephanie Mayne, autora principal del estudio dijo en entrevista con Europa Press que:
“Encontramos que los adultos que no fumaban y que vivían en áreas con leyes de no fumar en restaurantes, bares o lugares de trabajo tenían una presión arterial sistólica más baja al final del período de seguimiento, en comparación con aquellos que vivían en áreas sin leyes de no fumar”.
Con lo anterior se reafirma que los espacios libres de humo de tabaco ayudan a que exista una reducción bastante significativa y sorprendente en la presión arterial diastólica y la presión arterial alta.
“No sabemos del por qué, pero es posible que detectemos efectos en la presión arterial sistólica que están por debajo del umbral de la hipertensión” afirmó la investigadora.
En los pacientes que tienen una presión sistólica más alta se aumenta el riesgo de las enfermedades cardiovasculares, incluso cuando el umbral está por debajo del umbral de la hipertensión. Las reducciones en la presión arterial sistólica observadas en el estudio dejan entrever un efecto bastante amplio en el riesgo que podría tener esta población.
Los investigadores consideran el estudio como un mecanismo potencial a través del cual las reducciones en el humo de segunda mano debido a políticas libres de humo pueden mejorar la salud del corazón a nivel de la población.
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