Un estudio realizado por investigadores estadounidenses evidenció que dos de los medicamentos que más se usan para tratar la diabetes tipo 2, aumentan el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular como insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular y en algunos casos, amputaciones.
Los medicamentos en los que se encontró el riesgo son las sulfonilureas y la insulina basal. Estos son la primera opción de tratamiento y se recetan en la mayoría de ocasiones, a los pacientes que padecen diabetes tipo 2, y que necesitan fármacos de segunda línea debido a que la metformia sola no dio los resultados esperados o en algunos organismos, no se aceptó como se esperaba.
Matthew O’Brien, autor principal de la investigación, profesor asistente de Medicina Interna General y Geriatría de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, afirmó en Europa Press que:
“La gente debería saber si los medicamentos que está tomando para tratar su diabetes podrían llevar a un daño cardiovascular grave (…) Esto exige un cambio de paradigma en el tratamiento de la diabetes tipo 2”.
Para conocer los resultados previamente mencionados, se recurrió a un análisis de los medicamentos principales que los pacientes con diabetes tipo 2 consumían para tratar su condición. Allí se estudió como estos fármacos incidían en el riesgo cardiovascular en los pacientes diabéticos con tipo 2.
Uno de los hallazgos de esta investigación fue que el 60% de los pacientes necesitaban un fármaco de segunda línea, en ese sentido se evidenció que es más probable que los pacientes que tomaban alguno de los medicamentos sulfonilureas y la insulina basal tenían un 36% de daño cardiovascular.
Según nuestros hallazgos, solo tenemos que prescribir insulina basal a 37 personas durante dos años para observar un evento cardiovascular, como un ataque cardíaco, un derrame cerebral, insuficiencia cardíaca o una amputación (…) Para las sulfonilureas, ese número fue un poco más alto: 103 personas. Pero cuando se aplican estos números a 30 millones de estadounidenses con diabetes, esto tiene implicaciones asombrosas sobre cómo podemos estar perjudicando a muchos pacientes” afirmó en Europa Press Matthew O’Brien.
Esta investigación le hace un llamado a los médicos para que piensen en los efectos cardiovasculares que los medicamentos contra la diabetes pueden desencadenar. Es así como recetando fármacos que no afecten el corazón se disminuirán las afectaciones nombradas anteriormente.
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