Por: Redacción Salud y Cardiología
Una investigación realizada por el Centro de Medicina Regenerativa (CMR) de Barcelona, España permitió que los científicos reconocieran nuevos procesos en la regeneración del corazón.
En el estudio publicado en la revista ‘Science Advances’ también colaboró el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) y de Universidad de Barcelona (UB). Antes de la investigación, los médicos especializados creían que la regeneración de las células del corazón, llamadas cardiomiocitos, dependía de su capacidad de proliferar.
En estudios anteriores hechos en ratones vivos, los resultados señalaban que los cardiomiocitos no se regeneraban después del nacimiento porque se encontraban en proceso de desarrollo. Sin embargo, el Dr. Mario Notari, uno de los autores del artículo, afirma:
“En cambio, hemos acotado experimentalmente esta ventana de regeneración a dos días, demostrando que pasadas 48 horas el corazón pierde la capacidad de regenerarse, aunque siga en desarrollo. Así hemos desvinculado los fenómenos de regeneración y proliferación celular de los cardiomiocitos en ratones neonatos”
Los investigadores hicieron análisis del corazón a las 24 y 48 horas de nacer y la principal diferencia observada fue un incremento significativo de la rigidez de matriz extracelular, que rodea a los cardiomiocitos, dos días después del nacimiento.
Este hallazgo abre una puerta esperanzadora de cara desarrollar nuevas terapias para enfermedades cardiovasculares basadas en medicina regenerativa. Así, a largo plazo, la disminución de la rigidez del microentorno celular podría convertirse en una forma de tratar patologías cardiovasculares.
Las enfermedades cardiovasculares que incluyen las enfermedades coronarias, hipertensión y enfermedades cerebrovasculares (derrames cerebrales), son la causa de muerte más frecuente en todos los países desarrollados, incluyendo a Puerto Rico. En las últimas décadas y gracias a los avances en la detección temprana, el desarrollo de medicamentos y técnicas invasivas y quirúrgicas para tratar estas condiciones, hemos visto una disminución significativa en las estadísticas. Sabemos que existen condiciones llamadas factores de riesgo, que exponen al paciente en mayor riesgo cardiovascular. Entre los más importantes se incluye la alta presión, el colesterol elevado, la diabetes, la obesidad y el hábito de fumar. En Puerto Rico, desafortunadamente la incidencia de estas condiciones es extremadamente alta, de acuerdo a las estadísticas del CDC para el 2015.
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