Ejercicio

Paciente con cardiopatía isquémica: ¡Ejercítate!

Una de las dudas más frecuentes de los pacientes con cardiopatía isquémica, es saber si pueden o no realizar ejercicio. Esto, debido a que su trastorno genera rigidez en las arterias (arteriosclerosis).

Sin embargo, hay que recordar que no todos los pacientes con esta patología presentan los mismos síntomas, todo depende si han sufrido un infarto, una angina de pecho o han sido sometidos a alguna intervención quirúrgica cardíaca.

En ese sentido, si padeces cardiopatía isquémica te daremos algunos consejos para que la actividad física que realices no interfiera en el desarrollo o retroceso de tu enfermedad. Igualmente, te explicaremos en qué ocasiones puedes acudir o no al médico para que sea él quien te dé luz verde para hacer ejercicio.

Recomendaciones
  • Si sufriste un infarto o alguna lesión en el músculo cardíaco el corazón podría quedar debilitado, por lo que tu médico será quien te diga si puedes o no hacer ejercicio.
  • Si por tu cardiopatía isquémica alguna de las arterias coronarias sigue obstruida por falta de riego, es posible que el corazón trabaje el doble y por ende al hacer ejercicio haya ciertas molestias.
  • En caso de que tu órgano cardíaco tenga dificultades para bombear sangre adecuadamente, al hacer ejercicio se pueden presentar ciertas dificultades, lo que no permitiría que se desarrolle el ejercicio óptimamente.
  • Ten en cuenta hasta qué punto tu enfermedad te permite realizar ejercicio y evitar futuros problemas cardiovasculares.
  • Los medicamentos que ingieres para el tratamiento de tu condición también influyen significativamente, lo que permitiría o no seguir con la práctica de ejercicio.

Después de que tu especialista evalúe los diferentes factores de riesgo y analice si es óptimo o no para la realización de ejercicio, podrás llevar algunas de las actividades que te contaremos a continuación:

Aérobicos

Estos ejercicios han demostrado ser los más efectivos para los pacientes con cardiopatía isquémica debido a que mejoran la calidad de vida de quienes padecen esta condición. 

Los aérobicos mejorar el mecanismo del corazón, los vasos sanguíneos, los pulmones, los muchos y la mayoría de los órganos. Además, logra que se disminuyan factores de riesgo importantes como presión arterial, colesterol, obesidad y sobrepeso, diabetes, inflamación y actividad trombótica.

Ejercicios de fuerza

Este tipo de ejercicios traen múltiples beneficios para algunos pacientes con este trastorno. Sin embargo, se deben analizar los factores de riesgo que te contamos al inicio de este informe.

Los ejercicios que involucran fuerza permiten que se mejore el trabajo cardíaco en las actividades del día a día, previenen la diabetes y la obesidad y disminuyen la pérdida de fuerza y masa muscular que se producen con la edad.

Conclusión

Ten en cuenta que los programas de ejercicio que implementes para tu rutina física deben ser guiados por un especialista en el tema. Por lo general, los programas que se implementen tienen una periodicidad de entre 8 y 12 semanas, esta rutina debe ser constante para que no se pierdan los beneficios que trae consigo.