Nuestra revista aliada, Medicina y Salud Pública (MSP) estuvo en entrevista con la odontóloga Magíster en Ciencias Biomédicas Sandra Milena Moreno Correa, actualmente catedrática de la Universidad Javeriana de Cali, Colombia, conversando acerca de la relación de enfermedades cardiovasculares con la salud oral.
Aunque no lo parezca, existe un vínculo muy estrecho entre la salud oral y las enfermedades del corazón. La relación más específica entre estas es la enfermedad periodontal o periodontitis, que es la que afecta el sistema de soporte del diente; es decir, las encías, el ligamento que une el diente al hueso y el hueso como tal.
Cuando este sistema se afecta -que sería generalmente por procesos inflamatorios causados por microorganismos que se originan ahí por la placa bacteriana- se genera la destrucción del tejido y la pérdida del diente en caso de no tratarse a tiempo.
No obstante, yendo más allá en las investigaciones, se descubrió que este problema no solo se relacionaba con la salud oral sino que también afectaba a nivel sistémico.
“Se encontró que las bacterias de la enfermedad periodontal pueden migrar por sangre y establecerse en otros tejidos distantes”,
afirmó.
Con respecto a enfermedades cardiovasculares, se encontró que estas bacterias pueden entrar a los vasos sanguíneos y células de la sangre como los “monocitos y células dendríticas”. Estas últimas son un tipo especial de célula inmunitaria que se encuentra en los tejidos como la piel y que además estimula las respuestas inmunitarias al presentar en su superficie un antígeno ante las otras células del sistema inmunitario.
Por lo tanto, cuando estas bacterias entran y llegan a los grandes vasos como las arterias, pueden generar una condición inflamatoria o aprovechar una inflamación previa, como la que se presenta en lo ateromas.
Según la odontóloga:
“Normalmente un ateroma es una manifestación que se presenta en las arterias y cuando aumenta la cantidad de colesterol en sangre – el colesterol malo- , generan que las paredes del vaso se inflamen y por ende, se engrosen”. Entonces, la grasa se va a cumulando en una capa más interna del vaso. Esto es lo que se conoce como un ateroma.
El ateroma va progresando y generando un tipo de placa que después se vuelve inestable. “Es ahí cuando puede romperse y formar un émbolo o trombo”, expresó. Además, ese engrosamiento de las paredes del vaso tienden a estrecharse y se genera obstrucción del paso de sangre, lo que puede dar como resultado que el paciente desarrolle un infarto, arritmias, trombosis, entre otras.
“Esa formación de ateromas pueden ser indicios de desarrollar enfermedades cardiovasculares”,
comentó a MSP.
Por otro lado, las bacterias que se emiten de la cavidad oral pueden -si la persona ya tiene una infección inicial- aprovechar ese medio inflamatorio y actuar.
“Entonces es cuando ellas migran desde la cavidad oral y encuentran un nicho donde ubicarse y van a favorecer para que ese ateroma progrese más rápido”,
añadió.
No obstante, de acuerdo a esos estudios, la universidad Javeriana se dispuso a hacer un trabajo investigativo debido a que se desconocía, por ejemplo, si dichas bacterias podrían infectar válvulas cardíacas. Estas últimas se ubican dentro del corazón, separan sus cavidades y favorecen el flujo de sangre. Por lo tanto, cuando estas se dañan pueden generar los conocidos soplos.
“Asimismo, se comprobó que las bacterias que producen caries podrían estar implicadas en generar un daño valvular”,
añadió la galena.
Se hizo un estudio con 30 pacientes candidatos a cirugía de remplazo valvular donde se analizaron las muestras orales a través de cultivo y las muestras de las válvulas que fueron extraídas después del acto quirúrgico. Las válvulas fueron positivas para unos microorganismos inusuales como son los Bácilos entéricos Gram negativos que también se encontraron en la boca de los pacientes. Estos microorganismos se han descrito previamente como causantes de enfermedad periodontal en Colombia y pertenecientes a la flora oral gracias a la contaminación del cepillo dental cuando el mismo se guarda en el baño.
El estudio no puede asegurar que estos microorganismos hallados en las válvulas hayan migrado desde la boca, se requieren futuros estudios mas especializados para intentar dilucidar su origen y en caso de probarlo, se debe tener en cuenta el manejo del cepillo dental para evitar su contaminación y la posible entrada de microorganismos que puedan causar enfermedades
Para finalizar, la entrevistada señaló que según estudios previos realizados en Colombia, estos microorganismos hacían parte de la flora microoral de la población nacional y pueden estar implicados en la patogénesis de la enfermedad periodontal.
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