Condiciones Cardiovasculares

¿Qué es la miocardiopatía hipertrófica?

Por: Redacción Salud y Cardiología

Está miocardiopatía se presenta cuando la paredes del miocardio (musculo del corazón) se engrosan, lo que impide el bombeo normal de sangre. Cuando este grosor se ocasiona por la hipertensión arterial o enfermedades valvulares no se considera como una miocardiopatía hipertrófica.

Generalmente, esta enfermedad se presenta por causa hereditaria y afecta a 1 de cada 500 personas. Aunque sus causas sean genéticas este defecto cardíaco suele detectarse hasta la adolescencia durante la etapa de desarrollo y pueden no presentar síntomas lo que hace aún más difícil el diagnóstico de la misma.

Las posibilidades de que los hijos de padres con miocardipatía hipertrófica hereden la enfermedad son de un 50%. Por ello, es importante que los familiares cercanos a personas con este defecto congénito visiten periódicamente al especialista con el fin de detectar a tiempo esta enfermedad, ya que al ser una enfermedad congénita no puede prevenirse pero el detectarse a tiempo puede contribuir con la calidad de vida de las personas. Para su diagnóstico se puede recurrir a un electrocardiograma y el ecocardiograma.

A pesar de ser una enfermedad asintomática, pueden presentarse síntomas como dificultad al  respirar, dolor en el pecho, dolor torácico y problemas en el sistema eléctrico del corazón. Este tipo de irregularidades pueden desencadenar en ritmos cardíacos anormales denominados como arritmias, además, pueden presentarse complicaciones como:

  • Obstrucciones del flujo sanguíneo.
  • Miocardiopatía dilatada.
  • Problemas en la válvula mitral.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Muerte súbita por ataque cardíaco.

Para el tratamiento de esta enfermedad, de acuerdo con la valoración realizada por el especialista, se recomienda disminuir los esfuerzos físicos y se pueden formular medicamentos que contribuyan a la relajación del miocardio. En los casos en los que se presenta la enfermedad de forma obstructiva, se hace necesario eliminar parte del músculo por medio de una intervención quirúrgica.

Si bien existen diversos tratamientos, casi la mitad de los pacientes pueden tener una vida normal. Aunque es recomendable que acudan a controles periódicos con el especialista.