Este es un trastorno congénito que se produce por una anomalía en los 2 principales vasos sanguíneos que salen del corazón. Es decir, la aorta y la arteria pulmonar están intercambiados (traspuestos). Este defecto cardíaco es el segundo más común producidos durante la infancia.
Los síntomas a través de los cuales se puede manifestar esta condición dificultad al respirar, bebé cianótico (azul) y frecuencia cardíaca rápida. Se puede identificar antes del nacimiento por medio de ecografías o al momento del nacimiento examinando si hay un soplo o por el color azulado del niño.
El funcionamiento normal del corazón, se da de la siguiente manera:
Cuando se presentan la transposición de estos vasos, la aorta sale por el ventrículo derecho y la arteria pulmonar del izquierdo, lo cual altera la circulación. Por lo cual, se forman dos circuitos por separado:
Junto con esta alteración en la circulación, suelen aparecer otros defectos cardíacos que curiosamente son los que permiten que el niño sobreviva, como por ejemplo:
Facilita la mezcla de la sangre de un lado y otro, generando sangre “morada”.
También posibilita la mezcla de sangre pobre de oxígeno y sangre rica en oxígeno, por medio de la conexión de la aorta y la arteria pulmonar.
La sangre morada que se produce con este tipo de anomalías resulta beneficiosa para el cuerpo ya que proporciona un poco de oxígeno al cuerpo o en ocasiones la cantidad necesaria.
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