Condiciones Cardiovasculares

¿Qué es una embolia?

La embolia ocurre cuando un coágulo ya sea de sangre o de grasa, se forma en algún vaso sanguíneo del cuerpo, generando la interrupción parcial o total del flujo de sangre en el cuerpo humano. Uno de los riesgos que puede desencadenar esta condición, es que se limitan los niveles necesarios de oxígeno que se transportan desde el torrente sanguíneo para que el ser humano pueda vivir.

Una embolia puede generar dificultades en el funcionamiento de órganos como el cerebro, los pulmones y el corazón. En ese sentido, existen tres tipos de embolia: embolia cerebral, pulmonar y arterial.

Causas

Como se mencionó, la principal causa de una embolia está relacionada a la presencia de algún cuerpo extraño en el torrente sanguíneo. Otras de las causas más comunes son:

  • Coágulos de sangre: la sangre posee algunos agentes coagulantes endógenos que en ocasiones permiten que la sangre se vuelva espesa y genera lesiones y cortes, así no haya sangre en exceso.
  • Aire o gases: esta es de las causas menos comunes y ocurre cuando existe penetración de burbujas de aire u otros gases en el torrente sanguíneo.
  • Grasa: la liberación de partículas de grasa en la sangre es otra de las posibles causas de embolia.
  • Colesterol: los pacientes que sufren de colesterol alto tienen mayor probabilidad de sufrir una embolia, debido al estrechamiento de las arterias que se genera por la acumulación de esta sustancia.
  • Líquido amniótico: la causa menos recurrente y más extraña es esta, se debe al líquido amniótico que protege al bebé de los vasos sanguíneos de la madre durante el parto. Esta situación podría desencadenar problemas respiratorios, disminución de la presencia arterial y pérdida de conciencia.

Los factores de riesgo a los que está asociado el padecimiento de una embolia son:

  • Sobrepeso u obesidad (IMC de 30 o más)
  • Embarazo
  • Edad superior a los 60 años
  • Tabaquismo
  • Enfermedades cardiacas
  • Falta de movimiento corporal durante largos periodos de tiempo
Síntomas

Los síntomas de una embolia pueden variar dependiendo el tipo de órgano que se vea involucrado. Los síntomas más comunes son:

  • Debilidad o entumecimiento de un brazo
  • Dificultad o imposibilidad para hablar
  • Dolor en el pecho
Tratamiento

El tratamiento de esta anomalía está relacionado a diversos factores, entre ellos: el tamaño del cuerpo que causa la obstrucción y la localización concreta en la que se encuentra el daño. Cuando la embolia es leve, se pueden administrar fármacos anticoagulantes como la heparina para disolver el coágulo.