Salud Cardiovascular

¿Qué tienen en común los infartos, los derrames y las amputaciones?

Cuando se habla de enfermedades cardiovasculares, por lo general solo se piensa en anomalías relacionadas con el corazón y se olvida que el sistema circulatorio es el responsable de transportar la sangre desde el corazón a todo el cuerpo. El doctor Luis Molinary contó en exclusiva para la Revista Salud y Cardiología, todo lo concerniente a este tema.

En ese sentido, se debe tener en cuenta que las arterias coronarias transportan la sangre al músculo del corazón, las arterias carótidas, el cerebro y a la aorta, la cual distribuye la sangre a los brazos y las piernas. El taponamiento de las arterias es causado por el tabaquismo, el padecimiento de condiciones como diabetes, hipertensión, y tener altos niveles de colesterol; aquí hay una característica y es que depende la arteria que sea obstruida, así mismo será la enfermedad que el paciente llegue a sufrir.

En el momento en que se presenta esta obstrucción se desarrolla una enfermedad denominada como arterioesclerosis, la cual es causada por uno de los aspectos que más aqueja a los pacientes cardíacos, la famosa “placa de colesterol”. Esta anomalía crece rápidamente debido a factores como: presión irregular, diabetes descontrolada, consumo de cigarrillo, obesidad y falta de ejercicio.

En los casos en los que la arterioesclerosis se presenta en las arterias coronarias y del corazón, el paciente tiene una probabilidad mayor de padecer un infarto. De igual forma, cuando esta anomalía se presenta en las arterias carótidas –ubicadas en el cuello- se incrementa la probabilidad de sufrir un derrame cerebral. En caso de que esta anomalía ocurra en las arterias de las piernas se podría generar la enfermedad periferovascular, la cual, en el peor de los casos puede llevar a la perdida de una o ambas extremidades.

Existen pacientes en los que se ha encontrado la enfermedad arterioesclerótica en su sistema arterial y al mismo tiempo que padecen trastornos en las arterias del corazón, las carótidas y de las piernas. En estos casos es más común que si llegan a presentar un infarto del corazón, lleguen a experimentar un derrame cerebral y una obstrucción aguda de una de las piernas que si no se trata a tiempo puede terminar en una amputación.

Muchas personas solo tienen en cuenta los factores de riesgo que acarrean las enfermedades previamente mencionadas y se olvidan de los síntomas que estas pueden traer consigo. En la mayoría de ocasiones, estos síntomas son signos de alerta y funcionan para avisar si hay alguna obstrucción en las arterias, es por eso que se debe prestar suma importancia a estos síntomas.

Cuando el problema está en las arterias coronarias –es decir las del corazón- el dolor de pecho es el síntoma más común; en obstrucción de las carótidas las del –cerebro- se evidencia por medio de mareos y perdida del conocimiento; estos síntomas podrían ser aviso de problemas y el anticipo a un posible derrame cerebral; en el caso de las piernas, el dolor ocurre a los minutos de comenzar a caminar o hacer algún tipo de ejercicio y mejora al descanso, estos síntomas son típicos de la enfermedad periferovascular, para ello se debe buscar ayuda médica para evitar la posible pérdida de una extremidad.

El tratamiento es similar en las tres condiciones, dado que hay pacientes que son candidatos a cirugía para mejorar la obstrucción de las arterias o pueden ser también candidatos a angioplastias o dilatación de la obstrucción mediante cateterismo. Este procedimiento está disponible tanto como para las coronarias y carótidas, así como para las obstrucciones de las arterias de las piernas.

Las principales recomendaciones para evitar estas anomalías son: controlar el azúcar, chequear la hipertensión, cuidar el colesterol, hacer una buena dieta -supervisada un nutricionista- y hacer ejercicio para controlar el peso. Recuerda que esta enfermedad no solo puede ser incapacitante, sino que también nos puede provocar la muerte.