Los coágulos de sangre pueden afectar a cualquier persona sin importar su edad. Sin embargo, algunos factores de riesgo como cirugías, períodos de hospitalización, embarazo, cáncer y ciertos tratamientos; también los antecedentes familiares pueden influir en las probabilidades de padecer una trombosis.
Un adulto joven por cada mil presenta una trombosis al año. Aunque esta patología se asocia con problemas de edad, uno de cada 4 afectados son mayores de 55 años.
Dentro de los inconvenientes que dificulta su detección inmediata, los más importantes se relacionan con la gran variedad de síntomas que manifiesta. Éstos últimos dependen del área que el coágulo obstruya.Como se mencionó anteriormente, existen factores de riesgo pero también comportamientos que previenen el desarrollo de una trombosis venosa profunda. Respecto a esto se destacan los siguientes aspectos:
No es exactamente hereditaria, el riesgo de padecerla se ve incrementada si otros familiares la han sufrido. Por ejemplo tener dos o tres hermanos que han sufrido esta patología.
Aquellos fármacos compuestos por estrógeno, como los anticonceptivos hormonales y la píldora, contribuyen aumentar el riesgo de coágulos.
Según muestran estudios científicos realizados en Suecia en 2014, consumir pescados ricos en Omega 3 y añadir suplementos nutricionales 3 veces por semana reduce en un 48% el riesgo de trombosis.
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