Por: Redacción Salud y Cardiología
La diabetes son un grupo de enfermedades que se generan por un elevado nivel de azúcar en la sangre. La práctica de ejercicio físico es recomendada en el tratamiento de la enfermedad, orientado a mantener un peso adecuado, controlar la glicemia y mejorar la calidad de vida de las personas.
Para la práctica de ejercicio se debe disponer de 10 a 20 minutos de estiramiento y de fuerza muscular, 5 minutos de calentamiento aeróbico, 15 a 60 minutos de ejercicio aeróbico a una intensidad apropiada y de 5 a 10 minutos de ejercicio de baja intensidad al acabar la práctica deportiva. Los deportes más recomendados son caminar, correr y montar en bicicleta, pero para las personas diabéticas es mejor siempre consultar con el médico antes de iniciar la práctica continuada de un ejercicio.
El ejercicio debe estar enfocado de acuerdo al tipo de diabetes que padezca la persona, a continuación encontrarás las recomendaciones para la diabetes tipo I y tipo II:
Diabetes tipo I (insulinodependiente)
En estos casos, el ejercicio puede aumentar la sensibilidad a la insulina pero no implica con control automático de la diabetes. Aunque esto puede lograrse con el paso del tiempo teniendo en cuenta:
Diabetes tipo II (no insulinodependiente)
El ejercicio ayuda a tener un control glucémico. La práctica física es recomendada especialmente en pacientes propensos a desarrollar una diabetes, por ejemplo aquellos con sobrepeso, tensión arterial elevada y con antecedentes familiares de diabetes.
De manera general la práctica de ejercicio presenta los siguientes beneficios:
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