La práctica de ejercicio ayuda a mantener un peso adecuado, aumenta la movilidad, protege la pérdida de masa ósea y reduce el estrés. Además, de acuerdo con los estudios realizados, la actividad física reduce las probabilidades de padecer enfermedades del corazón, niveles altos de colesterol y presión arterial alta.
En el caso de las personas que padecen algún problema cardiovascular, es recomendable, antes de iniciar la práctica de cualquier deporte, consultar con el médico para identificar el estado del corazón y así poder adecuar la rutina de acuerdo con las necesidades que requiera cada paciente.
Ten en cuenta que los deportes isométricos, caracterizados por la ganancia de masa muscular no son recomendados para personas con problemas cardiovasculares ya que provocan el aumento de la presión arterial. Por el contrario, los ejercicios isotónicos o dinámicos favorecen la reducción del colesterol total, elimina el LDL (colesterol malo), HDL (colesterol bueno).
Siempre que vayas a realizar ejercicios te recomendamos:
Comienza poco a poco, la temperatura del cuerpo aumentará, lo que te permitirá aumentar la elasticidad muscular.
Al realizar los ejercicios isotónicos realízalos de manera aeróbica para que no te fatigues. La duración de los ejercicios varía de acuerdo con las recomendaciones, entre 10 a 45 minutos según tu estado cardiovascular.
La adaptación muscular la puedes lograr con el ejercicio aeróbico y dinámico para beneficiar el corazón, hacerlo aumentará el desarrollo muscular y disminuirá el riesgo cardíaco.
Al finalizar tu rutina de ejercicios, debes dedicar tiempo a enfriar el cuerpo con estiramientos suaves y relajación progresiva. Así reducirás la intensidad y bajarás las pulsaciones de tu corazón.
Entre los ejercicios recomendados se encuentran caminar, correr, montar bicicleta, yoga y relajación.
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