Es conocido como miocardiopatía por síndrome de Takotsubo o miocardiopatía inducida por estrés extremo o una pérdida.
Los síntomas son dolor en el pecho que podría provenir de un ataque cardíaco, dificultad para respirar y desmayos. La pista reveladora del diagnóstico es la aparición de las paredes del ventrículo izquierdo del corazón.
Una nueva investigación del Centro Médico Cedars Sinai sugiere que el síndrome del corazón roto no es tan raro como se pensaba y sigue aumentando especialmente en las mujeres de mediana edad y mayores.
Los datos fueron recopilados de hospitalizaciones en más de 132 mil personas que fueron diagnosticadas con esta afección durante los 12 años del estudio. Los resultados arrojaron que más del 88% de todos los casos se presentaron en mujeres mayores a los 50 años.
También los investigadores encontraron que el diagnóstico ha aumentado al menos 6 de 10 veces más rápido para las mujeres de 50 a 74 años.
“Las hormonas neurales que impulsan la respuesta de huir o luchar como la adrenalina están elevadas. El cerebro y el corazón están hablando entre sí”, aseguró la Dra. Cheng.
Los expertos señalaron que estas hormonas del estrés en aumento generalmente aturden el corazón afectando su funcionamiento. Algunos médicos manifestaron que en los últimos dos años han notado un número creciente de casos, probablemente debido a la pandemia.
Respecto a las posibles causas para que el corazón comience a volverse loco, el Dr. Bybee, director médico de servicios cardiovasculares en St. Luke´s, Estados Unidos, explicó que entre un 15% y 20% de las veces no hay un desencadenante obvio.
También agregó que en otras ocasiones puede ser un evento emocional estresante, como el fallecimiento de un familiar, un accidente que podría causar este padecimiento.
Esta afección rara vez es fatal, aseguran expertos de Harvard y de la Clínica Mayo, pero algunos pacientes pueden tener complicaciones como insuficiencia cardiaca.
Para tratar la presión arterial, los médicos administran medicamentos, también para reducir los lípidos y anticoagulantes. La recuperación de los pacientes puede ser de 3 a 7 días.
Tomado de Univadis
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