Uno de los síndromes vasculares menos frecuentes es el síndrome de Behcet, una condición autoinmune que se caracteriza por la inflamación de los vasos sanguíneos, especialmente las venas de todo el organismo.
La enfermedad fue descubierta por el Dr. Hulusi Behcet en 1937. En consecuencia, algunas de las zonas más afectadas por esta enfermedad son el cerebro y el sistema cardiovascular.
Para asegurarse que un paciente está afectado por el síndrome de Bechet, se deben realizar diversos examenes pues al inicio los síntomas no parecen estar relacionados entre sí. Algunos de éstos son la hinchazón, aparición de aftas en la boca y los genitales, heridas en la piel. Sin embargo, en casos más graves puede provocar inflamación del cerebro, la médula espinal y coágulos de sangre.
En el sistema cardiovascular, esta condición es responsable de la inflamación de las venas y arterias. Si bien pueden solo inflamarse los vasos sanguíneos de los brazos o piernas, si se presenta una crisis severa pueden causar aneurismas, estrechamientos y obstrucciones de los vasos sanguíneos más cercanos al corazón.
Si el síndrome de Behcet afecta el cerebro, los signos más evidentes son inflamación en el cerebro y el sistema nervioso que pueden causar un accidente cerebrovascular.
Todavía es desconocido el origen de esta enfermedad. Los científicos creen que puede tener origen genético que hace a ciertas personas más propensas a desarrollar la condición. Por la misma razón, no existe un tratamiento para curarla. Aún así, hacer actividad física moderada, descansar en caso de crisis y algunos corticoides son recomendables para mitigar el dolor y la inflamación durante prolongados lapsos de tiempo.
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