Se trata de los dos primeros trasplantes de órganos del mundo de donantes fallecidos que resultaban positivos a la COVID-19 sobre pacientes negativos.
La primera intervención tuvo lugar en abril en el hospital Sant’Orsola de Bolonia (norte) a un hombre de 64 años, mientras que la segunda se realizó a mediados de mayo en el hospital pediátrico Bambino Gesù de Roma, a un varón de 15 años.
Los dos receptores, enfermos de cardiopatías severas, estaban en lista de espera urgente y obtuvieron el corazón que necesitaban gracias a la normativa en vigor del Centro Nacional de Trasplantes que permite implantar órganos vitales de donantes con la covid-19 y fallecidos por otras causas.
Este protocolo solo se aplica si el receptor ya ha sido inmunizado por haber pasado la enfermedad o porque ha sido vacunado.
“La gravedad de las condiciones clínicas de los pacientes animó a los equipos médicos de ambos centros a pedir la autorización del trasplante aunque los receptores no tenían anticuerpos
No obstante, los receptores ahora “están bien”, han sido dados de alta y se encuentran en sus respectivos hogares.
Desde la activación en diciembre del protocolo experimental que permite usar órganos de fallecidos con el coronavirus, el primero a nivel internacional, en Italia se han practicado 19 trasplantes de este tipo, estos dos de corazón y 17 de hígado.
La diferencia entre estas dos últimas operaciones y las anteriores es que esta ha sido la primera vez que se ha llevado a cabo en dos pacientes sin anticuerpos, pues las diecisiete anteriores tenía ya anticuerpos, y ninguno se contagió de nuevo.
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