La hipertensión puede llegar a ser muy peligrosa por lo que su tratamiento es fundamental para proteger tu corazón.
En Salud y Cardiología traemos algunas recomendaciones para mantener estable tu presión arterial.
No puedes fallar en la ingesta de frutas como la papaya y los plátanos. Los frijoles y los frutos secos como las nueces y en verduras las hojas verdes también contribuyen.
Ejercicios como caminar, correr, montar bicicleta o nadar, ayuda al corazón a bombear mejor la sangre evitando la presión sobre las arterias.
El estrés es uno de los principales enemigos del buen estado de salud. No controlarlo sin duda aumentará tu presión arterial.
Algunas técnicas de manejo de respiración o de meditación te ayudarán a estar más relajado ejerciendo un control sobre la frecuencia cardiaca.
Las personas con problemas de obesidad tienen mayor posibilidad de tener hipertensión. Mientras reduces algunos kilos, notarás como la presión también lo hace.
El alcohol activa la producción de adrenalina, que contrae los vasos sanguíneos, haciendo que la presión arterial aumente.
Consúmelo con largos intervalos o si es posible evítalo completamente.
En casa puedes llevar un control, para ello, mide la presión en las mañanas y aprovecha las consultas con tu especialista para que él les dé una revisión.
Y a la hora de las comidas, evita usar demasiada sal, ya que esta provoca retención de líquidos, que aumenta el volumen de sangre y elevando la presión arterial.
Las enfermedades cardiovasculares que incluyen las enfermedades coronarias, hipertensión y enfermedades cerebrovasculares (derrames cerebrales), son la causa de muerte más frecuente en todos los países desarrollados, incluyendo a Puerto Rico. En las últimas décadas y gracias a los avances en la detección temprana, el desarrollo de medicamentos y técnicas invasivas y quirúrgicas para tratar estas condiciones, hemos visto una disminución significativa en las estadísticas. Sabemos que existen condiciones llamadas factores de riesgo, que exponen al paciente en mayor riesgo cardiovascular. Entre los más importantes se incluye la alta presión, el colesterol elevado, la diabetes, la obesidad y el hábito de fumar. En Puerto Rico, desafortunadamente la incidencia de estas condiciones es extremadamente alta, de acuerdo a las estadísticas del CDC para el 2015.
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