Los ataques al corazón no están directamente relacionados con problemas hereditarios, sin embargo, es importante que si en el caso de tu familia esta condición se ha presentado, hagas todo lo posible para reducir la mayor cantidad de factores de riesgo.
Prevenir un ataque si es posible, pero para ello, es necesario preocuparse por mantener unos hábitos de vida saludables.
Controlando el estrés: Las cuentas pendientes por pagar, las responsabilidades, las cargas laborales y las preocupaciones en general pueden ocasionar un estado crónico de ansiedad o estrés.
Controlar estos episodios es muy importante para evitar cualquier tipo de enfermedades. Lo recomendable es disfrutar del tiempo libre para tener una vida emocional estable feliz.
No tienen que ser grandes planes, reúnete con tu familia y amigos y disfruta de un almuerzo o una película para alejar la mente de las preocupaciones.
Alimentación ligera: No debes restringir por completo ningún tipo de alimento, lo que debes hacer es comer lo más sano posible, esto lo logras evitando el exceso de grasas, sodio y azúcar.
El control en la ingesta de alcohol, también es necesario pues incrementa los niveles de colesterol.
Los alimentos al horno, a la plancha o al vapor son la mejor opción a la hora de la comida.
Trata tus enfermedades: Algunas enfermedades como la diabetes te hacen en gran medida más propenso a enfrentarte a un ataque cardíaco.
Así que si eres diabético, sufres del colesterol o eres hipertenso, es importante que cuentes con un tratamiento para frenar los avances de dichas patologías.
Deja el cigarrillo: Fumar representa un alto riesgo de padecer un infarto, lo bueno es que desde el mismo momento en el que dejas de hacerlo el riesgo de padecer un infarto baja.
Chequeos anuales: para corroborar que todo marcha bien con tu corazón y el resto de tu cuerpo las visitas es vital para prevenir infartos y para tratar a tiempo cualquier factor de riesgo.
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