Por: Redacción Salud y Cardiología
La tetralogía de Fallot es un defecto cardíaco congénito que se presenta como consecuencia de la combinación de 4 defectos cardíacos que se manifiestan al momento de nacer. Los defectos congénitos que se juntan son la comunicación interventricular, estenosis de la arteria pulmonar, acabalgamiento de aorta e hipertrofia del ventrículo derecho.
Por lo genera los niños que padecen la tetralogía de Fallot se caracterizan por tener una piel azulada, debido a que todos los defectos que confluyen en la tetralogía afectan la estructura del corazón, por lo cual la sangre transporta una cantidad insuficiente de oxígeno.
Este defecto cardíaco es poco frecuente, pero se diagnostica con regularidad durante los primeros años de vida. Sin embargo, es posible que se detecte durante edades avanzadas.
Los síntomas que se presentan con esta anomalía varían de acuerdo al grado de obstrucción del flujo sanguíneo que va desde el ventrículo izquierdo a los pulmones. Entre los síntomas a través de los cuales se puede manifestar se encuentran:
La tetralogía de Fallot se produce durante la formación del corazón en la etapa fetal. Algunos factores como la desnutrición materna, trastornos genéticos, enfermedades virales, edad avanzada de la madre y la diabetes aumentan el riesgo de desarrollar este trastorno genético. Aunque en la mayoría de los casos se desconocen las causas.
Cuando se diagnostica a tiempo se puede implementar un tratamiento quirúrgico que le permita al paciente llevar una vida normal. Aunque requerirán de revisiones médicas de manera periódica por a lo largo de su vida.
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