La hemofilia es una condición hereditaria, donde existe la dificultad o incapacidad de la sangre para coagularse. Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de hemorragias internas y externas. La causa de esta enfermedad se debe por la deficiencia de algunas proteínas que forman parte de la denominada cascada de coagulación. Hay que recordar que esta condición es hereditaria.
Para poder diagnosticar la hemofilia, un médico especialista deberá realizar un historial clínico del paciente en el que se realizará un análisis de sangre en el que se medirá los niveles y el grado de actividad de los distintos factores de coagulación.
Para el tratamiento de esta enfermedad consiste en el aporte de un factor de coagulación ausente o deficiente en el paciente, donde se realizan transfusiones completas o inyecciones intravenosas.
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