Por: Gilberto Rivera Gautier, MD, FACC, RPVI, “Board Certified” por la “American Board of Internal Medicine” en Medicina, Interna y Enfermedades Cardiovasculares. Presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología, Director del Laboratorio Cardiovascular Invasivo, Hospital Auxilio Mutuo, Director del Laboratorio Cardiovascular No-Invasivo, Hospital Auxilio Mutuo
A través de nuestra vida cada persona debe prepararse debidamente para los acontecimientos que considere de importancia y, de esa manera, obtener el mayor beneficio de cada experiencia.
La cita con el cardiólogo no es la excepción. Este médico subespecialista en enfermedades cardiovasculares posee los conocimientos y herramientas para ayudarle en la prevención, diagnóstico y tratamiento de un sinnúmero de condiciones que pudieran resultar sumamente perjudiciales para su salud. Debemos entender que el tiempo que pasamos con este profesional de la salud es muy valioso y, si nos preparamos debidamente, podemos obtener grandes beneficios de dicha evaluación médica.
Puntos importantes a tener en cuenta
A continuación,
presento diferentes puntos que debemos considerar al prepararnos para una
consulta con el cardiólogo y durante dicha evaluación médica. La mayoría de
estos puntos pudieran ser considerados previos a la evaluación con cualquier
otro profesional de salud, así como en muchas otras experiencias durante
nuestra vida:
- Debemos tener clara la razón por la cual estamos visitando al cardiólogo. Es frecuente que lleguemos a este especialista, referido por otro médico. Por tal razón, conocer la situación que se desea evaluar y/o resolver, va a ayudar a dirigir la evaluación al problema principal en cuestión. Repase y lleve su listado de preguntas y/o dudas que tenga, pues en el momento de su evaluación podría sentirse nervioso o simplemente olvidar puntos de importancia que hubiera querido clarificar.
- Entender y poder explicar nuestro historial pasado y presente de salud. Hay pacientes que tienen múltiples condiciones de salud o condiciones complejas. Esto puede tener como consecuencia que resulte sumamente difícil depender de la memoria únicamente como fuente de información que ofrezcamos al médico. En este tipo de situación resulta muy útil tener anotaciones sobre los diagnósticos y los tratamientos que se hayan o estén recibiendo. Un paciente que no sea capaz de ofrecer información certera, debe presentarse a su cita con un acompañante que posea el conocimiento sobre el historial médico pertinente. En la medicina estimamos que el historial médico y examen físico ofrecen el 90% del diagnóstico. No debemos subestimar este aspecto de la evaluación.
- Debe tener anotados los medicamentos y dosis que esté tomando. La terapia de medicina alternativa, medicamentos “over the counter” también deben ser informados. Poner todos los envases de medicamentos en un bolso y presentarlos al médico es recomendable. Es muy importante recordar tratamientos pasados que hayan causado efectos adversos intolerables o alergias.
- Si le han realizado estudios previos relacionados al problema en cuestión, debería tener disponible los resultados, particularmente electrocardiogramas, ecocardiogramas, pruebas de esfuerzo, cateterismos y reportes de cirugías e intervenciones cardiovasculares. Tener toda la información organizada en carpetas que resulten fáciles de estudiar, servirá de gran ayuda al médico. Entregar al médico un sinnúmero de documentos, pruebas, resultados sin ninguna organización, resultará en demoras durante la evaluación, pues el médico tendría que encargarse de organizar los documentos para entonces estudiarlos. Así mismo, no olvide llevar consigo y entregar al especialista los resultados de pruebas de laboratorios que no tengan relación con el problema. Las repeticiones de pruebas, podrían ser de poca utilidad durante el análisis y complicarían el proceso del mismo. Al llegar el momento de su evaluación debemos de tener presentes ciertos aspectos que pueden afectar favorablemente o adversamente su evaluación médica:
- Llegue a tiempo a su cita con el cardiólogo. El tener una actitud positiva puede hacer una gran diferencia en su evaluación. Ya sea por motivos de prevención o evaluación y manejo de condiciones cardiovasculares serias, si asumimos una actitud positiva ayudaremos a lograr una mejor experiencia de la evaluación y ayudaremos al profesional de la salud a ofrecer el mejor servicio que pueda brindarnos. Entienda que el médico desea ayudarle, pero sólo podrá hacerlo en la manera que usted esté dispuesto a recibir su ayuda.
- Trate de ser receptivo a la información y alternativas que le ofrezca el médico. No subestime la capacidad de su especialista, este profesional ha dedicado gran parte de su vida a sus estudios y su trabajo. Dedique su evaluación a su propio problema o situación de salud. Evite dirigir la conversación durante su evaluación a los problemas de salud de sus familiares, amigos o vecinos. Esto no va a resolver su problema y consumirá el tiempo que el médico puede dedicarle. Durante una cita médica pudieran surgir temas de conversación que no tienen relación con su situación de salud. Muchos profesionales utilizan esta estrategia para disminuir la ansiedad y/o fomentar mejor relación con sus pacientes. No obstante, no debe ser la norma hablar únicamente de asuntos irrelevantes a su salud.
- Asegúrese de entender cuál es el plan de acción a tomar al momento de terminar su evaluación. Muchos médicos ofrecen instrucciones escritas para ayudar con este aspecto. Si comenzara algún medicamento nuevo, asegúrese de que entienda la razón del tratamiento y posibles complicaciones o síntomas que deba observar durante el tratamiento.
- Si usted fue referido por otro médico para una consulta, recuerde a su cardiólogo que el médico que refiere espera una respuesta escrita sobre sus hallazgos y recomendaciones.
- Finalmente, haga un análisis sobre su experiencia luego de haber finalizado su evaluación médica. Evalúe aspectos que desea clarificar y preséntelos a su médico en una próxima cita o previamente si así lo considera.
Recomendación y llamado a la acción
Recuerde que mantener una buena salud es primordialmente su propia responsabilidad. Seguir un tratamiento y realizar los cambios en hábitos y estilos de vida médicamente recomendados, pudiera resultar difícil inicialmente. Sin embargo, los beneficios en salud le resultarán notables y muy probablemente se traducirán en una significativa mejoría de su productividad y calidad de vida.
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