Entrevista a: William Santiago, MD, Especialista en Medicina Interna, Director Médico del Hospital Episcopal San Lucas
Por: Angélica Claudio Merced
Con toda seguridad ha escuchado y leído en muchas ocasiones que para tener buena salud y prevenir una gran cantidad de enfermedades, es necesario hacer ejercicio y llevar una dieta balanceada. La salud cardiovascular no es la excepción. Constantemente, estudios médicos confirman el beneficio de la actividad física para evitar daños en el corazón y la muerte de las personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa a las enfermedades cardiovasculares como la principal causa de muerte a nivel mundial. No solo eso, la OMS asegura que todos los años más personas mueren por afecciones del corazón, que por cualquier otra causa.
“Las enfermedades cardiovasculares son responsables de 1.5 millones de infartos al corazón al año. Más de un 25% del riesgo de infarto de esta población se le atribuye a la inactividad física. En los últimos 10 años se han publicado cientos de estudios que han demostrado con evidencia sólida los beneficios de la actividad física en la salud cardiovascular”, comentó el doctor William Santiago, especialista en medicina interna.
Las Guías de Actividad Física 2018, del Departamento de Salud de los Estados Unidos, son un trabajo realizado por un Comité Asesor de 17 miembros, resumen de estudios y literatura existente sobre la actividad física y la salud. En el informe, no solo brindan una serie de recomendaciones de ejercicio, sino muchos de sus beneficios. Entre estos se destacan:
• Disminución de mortalidad.
• Disminución en el desarrollo de la diabetes, hipertensión y problemas de lípidos.
• Disminución en el riesgo de padecer de cáncer de vejiga, seno, colon, endometrio, esófago, estómago, riñón y pulmón.
• Mejora la memoria, el sueño y disminuye la ansiedad.
• Reduce el riesgo de padecer la enfermedad de Alzhéimer.
• Mejora la salud de los huesos y reduce el riesgo de daño luego de una caída.
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Ayuda a estabilizar el peso o reducción si se hace con una dieta apropiada.
Tener una rutina de ejercicios es vital para reducir el riesgo de cualquier enfermedad, especialmente si se trata de condiciones cardíacas. La recomendación es realizar una actividad física moderada que fluctúe entre 150-300 minutos (2 ½ a 5 horas) semanales o 75 minutos (1 hora y 15 minutos) de actividad física vigorosa a la semana, o la combinación de ambas.
“La actividad física moderada se define como aquella en la cual el pulso se mantiene entre un 50-70% de su máximo (el pulso máximo es 220 menos la edad de la persona). Ejemplos de esto son: limpiar el patio, barrer, mapear, acuaeróbicos y correr bicicleta. Durante la actividad física vigorosa, el pulso se mantiene entre un 70-85% de su máximo. Algunos ejemplos son: correr rápido, brincar cuica, aeróbicos de alta intensidad, trabajo en construcción fuerte como ligar cemento, deportes como baloncesto, tenis y voleibol”, explicó Santiago, quien también es el Director Médico del Hospital Episcopal San Lucas de Ponce.
No llevar una actividad física activa no solo perjudica la calidad de vida de las personas, sino que hasta en casos extremos podría causarle la muerte.
“El sedentarismo y la inactividad física hasta en el trabajo, nos aumenta el riesgo de sufrir de enfermedades cardio metabólicas y el riesgo de muerte por cualquier causa. Si comparamos a dos personas con enfermedad cardiovascular establecida, una que hace actividad física y otra que no, la que no hace actividad física va a tener más riesgo de falta de oxígeno al corazón y por ende podría sufrir de un infarto o la muerte”, advirtió Santiago.
El médico recalcó la importancia de consultar con un profesional de la salud siempre que vaya a realizar una rutina de ejercicios si no está acostumbrado a hacerlo. Además, sugirió iniciar la actividad con una intensidad leve e ir aumentando la intensidad y el tiempo cada dos semanas hasta llegar a la meta deseada. Y si siente algún dolor, incomodidad, mareo o falta de aire, suspenda la actividad y visite su médico.
“Lo importante es romper con el hábito de la inactividad y el sedentarismo. Pequeñas cosas como dejar el carro en un estacionamiento más lejos, levantarse de una silla en el trabajo y caminar por el pasillo cada 30 minutos, subir y bajar escaleras en vez de usar el ascensor o lavar su propio carro son buenas excusas para estar activos físicamente”, dijo el médico internista.
*Para consultar las Guías de Actividad Física de 2018 del Departamento de Salud de Estados Unidos visite https://health.gov/paguidelines/default.aspx
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