Quizá habías escuchado que consumir carnes blancas como el pescado, pollo, pavo y en ocasiones el conejo, era mucho más sano para la salud de tu corazón, que ingerir carnes rojas. Si bien tiene algunas salvedades, investigadores estadounidenses descubrieron que el alto consumo de ambos tipos de carne aumenta el colesterol en la sangre.
Las carnes blancas se caracterizan por ser una fuente de proteínas del grupo B, presencia de lípidos insaturados y minerales como hierro, cinc y cobre. Además, algunas investigaciones evidencian que disminuyen la obesidad, previenen las enfermedades cardiovasculares y evitan la aparición de la diabetes.
Una de las principales recomendaciones que el grupo investigativo de la Universidad de San Francisco en Estados Unidos hacen, es que no se deben omitir los múltiples beneficios que las carnes blancas aportan a la salud cardiovascular.
La investigación suscitó que las carnes blancas también incidían en la aparición de colesterol en el ser humano; esto, en comparación con el consumo de proteínas vegetales. Sin embargo, el consumo de carnes blancas sigue siendo más recomendable que el de carnes rojas, debido a que estas últimas están relacionadas afectan directamente el corazón.
“Cuando planeamos este estudio, esperábamos que las carnes rojas tuvieran un efecto adverso mayor de niveles de colesterol en la sangre que las blancas, pero nos sorprendió que este no es el caso”, señaló Ronald Krauss, autor principal del estudio, que ha sido publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition.
Debido a los múltiples estudios que evidencian el impacto negativo de las carnes rojas a la salud cardiovascular, la ingesta de carnes blancas se ha popularizado últimamente. Lo que no se había analizado -hasta ahora- era la comparación entre ambos tipos de proteínas.
Para conocer los resultados antes mencionados, los investigadores analizaron un poco más de 100 personas durante 4 o 5 años, en las que se analizaban los niveles de colesterol al consumir carnes procesadas como salchichas, tocinetas y algunos trozos de pescado.
Cabe aclarar que el poco tiempo y la pequeña muestra de personas que se usaron para esta investigación, podrían haber generado ciertas limitaciones a la hora de dar los resultados. Se esperan nuevos estudios que confirmen verídicamente la implicación de las carnes blancas en el colesterol del ser humano.
“Nuestros resultados indican que las recomendaciones actuales de restringir las carnes rojas y no las blancas no se deben basar solamente en sus efectos en el colesterol en la sangre. De hecho, otros efectos del consumo de carnes rojas pueden contribuir a las enfermedades cardíacas, y estos efectos deben ser explorados en mayor detalle en un esfuerzo para mejorar la salud” explica Krauss, que asegura que las proteínas que no provienen de la carne, como la de los vegetales, los productos lácteos y legumbres, presentan el mejor beneficio para la salud en relación con el colesterol.
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