Un estudio realizado por investigadores españoles, ha evidenciado que entre más rápido se ingieren los alimentos, hay mayor riesgo de tener hipertrigliceridemia, biomarcador importante de enfermedades cardiovasculares.
Uno de los principales objetivos de esta investigación, es crear conciencia en la población mundial para que digieran los alimentos adecuadamente, sin recurrir a extremas velocidades que no permiten crear el bolo digestivo y causa complicaciones cardíacas.
El estudio, realizado por investigadores de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili, junto con científicos del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili y del Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), evidenció un incremento en los triglicéridos de las personas que comen de forma rápida.
La metodología del informe, consistió en el análisis de 792 voluntarios. Posteriormente, los participantes diligenciaron una encuesta en la que se indagaban los hábitos alimenticios y la percepción en que consumían los alimentos, en especial la cena y el almuerzo. En este cuestionario también se evaluó la velocidad con que comían durante las comidas principales (almuerzo y cena).
Los individuos fueron c lasificados en tres categorías diferentes, donde se medía la indigestión, estas fueron: lenta, media y rápida. Los primeros hallazgos, evidenciaron que las personas que comían en menos de 18 minutos, tenían un 59% más de riesgo de tener triglicéridos altos en la sangre.
El grupo investigativo evidenció que comer a mayor velocidad retrasa la sensación de saciedad, por lo que los individuos continúan comiendo a pesar de haber cubierto sus necesidades energéticas y nutricionales.
Los resultados de este análisis, les ha permitido a los investigadores, llegar a la conclusión de que las estrategias de intervención dirigidas a disminuir la velocidad al comer pueden ser útiles para combatir enfermedades cardiometabólicas.
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