Una investigación realizada por investigadores suizos, evidenció que el síndrome del corazón roto, que también es conocido como síndrome de Takotsubo, podría provenir directamente desde el cerebro.
El estudio, sugiere que las regiones del cerebro, responsables de procesar las emociones y controlar el funcionamiento inconsciente del cuerpo, como los latidos del corazón, la respiración y la digestión, no se comunican entre sí igual de bien en pacientes con este síndrome como en personas sanas.
Uno de los hallazgos de esta investigación, es que las alteraciones que el sistema nervioso sufre, puede estar relacionado como parte del mecanismo involucrado y se asocia directamente con la aparición del síndrome antes mencionado. Además, se cree que el desencadenamiento de esta patología es por factores de estrés y emociones diarias.
La metodología de este informe consistió en que mediante resonancia magnética e imágenes del cerebro a 15 pacientes que padecían esta enfermedad, se realizaba una comparativa con 39 pacientes sanos. En el estudio, participaron neurocientíficos y cardiólogos.
Por si no lo sabías, el síndrome del corazón roto se caracteriza por causar el debilitamiento por tiempos cortos de los músculos del corazón, lo que ocasiona que el ventrículo izquierdo del corazón se hinche en la parte inferior mientras el cuello permanece estrecho, creando una forma que se asemeja a una trampa japonesa para pulpos, de la que obtiene su nombre (Takotsubo).
Desde el inicio de esta enfermedad, se cree que este síndrome de debe a episodios de angustia, dolor, ira, miedo y en ocasiones, alegría y felicidad. Los principales síntomas de este trastorno están relacionados con dolor en el pecho, dificultades respiratorias y en casos menos comunes, ataques cardíaco y muerte.
«Nos interesaron cuatro regiones cerebrales específicas que están separadas espacialmente entre sí, pero conectadas funcionalmente, lo que significa que comparten información. Encontramos que en los pacientes con el síndrome había disminuido la comunicación entre las regiones del cerebro asociadas con el procesamiento emocional y el sistema nervioso autónomo, que controla el funcionamiento inconsciente del cuerpo, en comparación con las personas sanas», señala Christian Templin, del Hospital Universitario de Zurich (Suiza).
Este investigador ha desarrollado múltiples investigaciones con relación a esta enfermedad. Hace un tiempo, junto con su equipo, lograron evidenciar que este síndrome también podría ser causado por episodios prolongados de felicidad.
En esta ocasión, las regiones del cerebro que observaron los investigadores incluían la amígdala, el hipocampo y el giro cingulado, que controlan las emociones, la motivación, el aprendizaje y la memoria.
«Es importante destacar que las regiones que hemos identificado son las mismas regiones del cerebro que se piensa que controlan nuestra respuesta al estrés. Por lo tanto, esta disminución en la comunicación podría afectar negativamente la forma en que los pacientes responden al estrés y hacen que sean más susceptibles a desarrollar esta anomalía», añade el profesor Templin.
Esta investigación plantea un norte para identificar y comprender el síndrome del corazón roto e implica una fuerte relación entre el corazón y el cerebro. Además, se plantea como un gran avance para encontrar nuevos hallazgos que puedan traducir en estrategias preventivas, terapéuticas y de diagnóstico para mejorar la atención al paciente.
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