La cardiología intervencional en Puerto Rico llegó para quedarse y es de vanguardia. Varios galenos del país se han adiestrado en esta rama, incorporándola a su práctica diaria con sus pacientes.
Ese el caso del doctor Eric Carro, Cardiólogo Intervencionista y Periferovascular, Especialista Medicina Vascular, quien incorporó varios procedimientos de tratamiento que han revolucionado la terapia médica ofrecida. Uno es la colocación de una mallita o ‘stent’ absorbible en el corazón y otra es la ablación no tumescente.
“Uno es más reciente que otro. Y somos varios especialistas los que los estamos utilizando porque creemos en el proceso de terapias modernas”, comenzó el Dr. Carro con oficina privada en San Juan.
El ‘stent’ o mallita es un andamiaje para mantener el vaso sanguíneo abierto en su etapa inicial. En un principio eran de metal, no absorbibles y con el tiempo dejaban de cumplir su propósito. Luego llegaron las mallas medicadas que evitaban la obstrucción de la vena mediante la aplicación de una droga que los recubría.
Este último alejaba a los pacientes de quedar propenso a que se le pegaran las plaquetas a la mallita y se tapara la arteria súbitamente, provocando una trombosis de stent. Sometiendo al paciente a terapias prolongadas con aspirinas más un segundo plaquetario que son los medicamentos que evitan los coágulos, por esa situación de que tenían la mallita puesta.
“Los ‘stent’ absorbibles poseen la suficiente fuerza y flexibilidad para llevarlo hasta una arteria del corazón, abrirla y con el tiempo el ‘stent’ desaparece porque son absorbidos por el cuerpo”, detalló el Dr. Carro, presidente entrante de la Sociedad de Cardiólogos Intervencionistas de Puerto Rico.
Aunque el producto utilizado para este procedimiento ya consiguió la aprobación de FDA y se utiliza en otras partes de mundo, en Puerto Rico aún no está disponible. Según dijo el Dr. Carro, proximamente estará disponible en los hospitales del país.
Esta nueva terapia realiza el procedimiento de reemplazar una válvula existente por otra sin necesidad de abrir el pecho del paciente.
Pues se inventaron unas válvulas expandibles que se llevan a través de un catéter, como si fuera una mallita del corazón. Es un catéter más grande y grueso, que usualmente se entraba por la arteria femoral que es la arteria de la ingle, o por la arteria subclavia.
“Pero ya se están inventando unas técnicas que son transapicales, donde se hace una pequeña incisión en el pecho y se entra directamente al ventrículo o trans-aortica, que se entra directamente a la Orta. En Puerto Rico ya hay dos hospitales aprobados con igual número de compañías suplidoras que distribuyen ese tipo de válvulas”, indicó el cardiólogo.
La técnica abre una puerta a tratamiento para pacientes que antes no eran candidatos a nada y que tras este avance científico, es posible.
“Ya hemos pasado solamente el tratamiento de la válvula aortica de la Válvula Cutáneo Mitral a pacientes que tienen regurgitación de la Válvula Mitral severa, que tienen corazones muy débiles, que no son candidatos a una cirugía, se les puede ofrecer un clip que una logra cerrar parcialmente esa válvula para evitar que tenga tanto volumen a través de la válvula incorrectamente”, aseguró.
Este tratamiento es muy útil cuando la válvula es muy estrecha y hay regurgitación o insuficiencia (cuando la válvula no cierra adecuadamente).
Suceden en las arterias de las piernas y sus venas y de todo el cuerpo.
Son terapias intervencionales periferovasculares utilizando métodos de arterioctomía, que es eliminar la placa de las arterias de las piernas con una angioplastia (introduciendo un globo a ella, expande y abre el camino sin sacar nada, simplemente lo echa a un lado). Este procedimiento se está comenzando a aprobar para las coronarias.
“La arterioctomía ayuda a veces a limpiar el camino, tenga mallita o no. Pero todavía esa intervención (colocación de mallitas) le causa estrés al cuerpo sanguíneo y por eso la respuesta del cuerpo es quererlo obstruir”, aclaró.
Las mallitas liberadoras de medicina están extrapolando al sistema perífero-vasculares y ya cuentan con el visto bueno de la FDA. Los balones liberadores de droga evita que el vaso sanguíneo se re-obstruya con el tiempo. Eso evita el proceso de re-estenosis y permite mejorar la apertura de las arterias por más tiempo.
Es el hecho de que las válvulas de las piernas no funcionan bien y eso provoca síntomas como hinchazón, adormecimiento, hormigueo, calambres, venas varicosas en todas sus variaciones, dolor, cambios de color en la piel y hasta úlceras que no sanan, entre otros.
“El tratamiento de la ablación no tumescente es una terapia donde se mira la vena a través de una tomografía y se va inyectando anestesia a lo largo del tracto donde está la Safena, se dividen las capas por el espacio safeno, se logra separarla de toda la estructura alrededor y eso evita las complicaciones o se quemen los tejidos de alrededor, que le cause mucho dolor al paciente o amoretamiento”, expresó el Dr. Carro.
En vez de utilizar una tecnología de mucho calor, se vierte una terapia con un pegamento que sellar la vena. Se inyecta a través de la vena Safena, logrando los mismos resultados pero sin quemar la vena. No causa dolor, no se aplica anestesia tumescente, no calienta y no hay que separar la vena de los tejidos alrededor.
“Históricamente siempre se ha sabido que si uno elimina una vena superficial, uno elimina la alimentación a las venas varicosas, uno las elimina, su hinchazón y los síntomas. Antes para lograrlo, los cirujanos hacían una incisión, muchas veces al nivel de la ingle y otro más debajo de la rodilla y metían un instrumento en el cual ellos ligaban la vena arriba, la cosían, y cortaban la vena sacando la vena de arriba abajo. Eso se llama la Flebectomía”, determinó.
Este proceso se sigue haciendo en algunas situaciones, aunque se ha sustituido con otro proceso llamado ‘ablación endovenosa’ que es un procedimiento sin necesidad de cirugía, pero aplicando calor.
“La intervención es un gran avance en la medicina moderna porque se hacen más intervenciones con mejores resultados y menos riesgo para el paciente. Algunas son tan recientes aún algunos equipos necesarios para aplicarse, no están disponibles en Puerto Rico”, concluyó.
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