Estudios han evidenciado que La hidroxicloroquina, también conocida como plaquinol causa series afecciones al aparato cardiovascular.
Por: César Fuquen Leal
Hace unos días, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump anunció que se automedicaba con hidroxicloroquina y que pese a sus efectos secundarios, él seguía ingiriéndolo sin problema alguno. Sus declaraciones elevaron las alarmas de las entidades salubristas debido a que estudios han evidenciado que la hidroxicloroquina, también conocida como plaquinol causa series afecciones al aparato cardiovascular.
Para conocer más sobre la incidencia de este polémico medicamento en la salud del ser humano, la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) conversó con el neumólogo Luis Nieves Garrastegui quien expresó su preocupación frente a los pronunciamientos del mandatario estadounidense.
“No hay tratamiento para el COVID-19, no hay nada que lo cure. Lo que sí sabemos es que hay tratamientos que en conjunto ayudan a acortar la enfermedad o sacar un poco de la inflamación de la tormenta de citoquinas, pero no un tratamiento dado. Ese es el problema de que el presidente diga que lo está tomando como preventivo. Ese es el error, no tiene indicación como preventivo todavía para que tú te lo tomes y no te dé COVID. Eso es lo que él quiso decir y eso no es así”, cuestionó el Dr. Nieves.
“Se hicieron un montón de estudios y se determinó que el plaquinol (o hidroxicloroquina), si se usa indiscriminadamente, pasa lo que ya pasó en Estados Unidos, que es que hay muertes por arritmias cardíacas. El medicamento produce una condición que se llama prolongación de QT y el QT es algo que tiene el ritmo cardíaco del corazón que hace que cuando se prolonga te dé una arritmia maligna”, alertó el especialista Nieves.
Según el neumólogo, este medicamento causa alteraciones del ritmo cardíaco debido a que prolonga el intervalo QT del corazón, lo que genera que el paciente desarrolle malignidades cardiovasculares. Sin embargo, el doctor explicó en qué casos sí puede usarse este fármaco para tratar algunas patologías.
“Lo que sí sabemos del plaquinol es que trabaja y puede ayudar a bloquear los virus RNA, pero si se usa en conjunto con otras cosas como el zinc. (…) El zinc sí se sabe que inhibe la replicación del virus. El zinc tradicionalmente nosotros lo damos a veces para catarro y es una cosa que muchos médicos generalistas la recomiendan y es funcional. Sabemos que el zinc puede entrar dentro de la célula y atacarla; para trabajar contra ese virus, el zinc necesita un cofactor y este cofactor es el plaquinol (o hidroxicloroquina). Si usted da plaquinol con el zinc, usted tiene un mecanismo de defensa en contra ese virus, pero no solo”, explicó enfáticamente el Dr. Nieves.
El medicamento rinde frutos antes de que se genere la tormenta de citoquinas, llamado así porque unas sustancias conocidas como citocinas se lanzan en una campaña arrasadora por el torrente sanguíneo.
“Cuando mejor funciona es antes de la tormenta de citoquinas, antes de la tormenta inflamatoria. Una vez está la tormenta inflamatoria no hay ninguna evidencia de que la hidroxicloroquina sea efectiva. Pero antes hay algunos protocolos que dicen que si se da junto con zinc, cuando tiene marcador de inflamación alto sin tener la tormenta, usted puede utilizarlo y hay algunos estudios que dicen que funciona y otros que dicen no funciona”, mencionó.
El doctor reitera que los principales efectos secundarios del plaquinol están relacionados con el riesgo cardíaco. Sin embargo, alertó sobre otras graves secuelas que este fármaco podría causar.
“Los efectos secundarios de la hidroxicloroquina, el peor de todo es el efecto a nivel cardíaco, porque te va a dar una arritmia cardíaca maligna, puede causarte un arresto cardíaco y muerte súbita que podría causar inflamación de hígado, puede dar inflamación del riñón e inflamación en el estómago. Un montón de efectos secundarios que son no deseados”, advirtió el galeno.
El doctor Nieves Garrastegui afirma que los pacientes que se sometan al tratamiento con hidroxicloroquina deben tener un estricto control médico para analizar múltiples biomarcadores de salud que podrían causar desenlaces fatales como la muerte.