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Por: Jackeline Del Toro
El 30% de las embolias pulmonares provocadas por la trombosis venosa profunda causan la muerte si no son tratadas. En cambio, si los pacientes reciben la atención adecuada, el riesgo de muerte se reduce a 8%, explicó el doctor en neumología Ricardo Fernández, quien mencionó que es una situación que ve con bastante frecuencia en los hospitales.
Dolor, hinchazón y enrojecimiento de la pierna, pueden ser síntomas de la trombosis venosa profunda, una afección que usualmente ocurre en las extremidades inferiores. La cual consiste en la formación de un coágulo en la circulación profunda de la pierna.
Las causa son varias. Entre ellas, los estados hipercoagulares, y la deficiencia de ciertas proteínas que se deshacen de los coágulos naturalmente. También, los tumores, que tienden a cambiar la circulación del cuerpo y provocan predisposición para eventos tromboembólicos, explicó el médico.
“Los traumas pueden ser otra de las causas; la inmovilización, pacientes que han sufrido fracturas o que sufrieron un derrame cerebral y no se mueven, o por cualquier otra condición. Puede haber estasis de la circulación y pueden desarrollar eventos de trombosis venosa profunda “, ahondó el subespecialista.
Aunque los coágulos tienden a formarse con más frecuencia en las extremidades inferiores, pueden suscitarse en pacientes que tienen Medport, y en pacientes de diálisis, indicó el médico egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara, quien se entrenó en el Hospital de Veteranos en san Juan.
“Estos trombos pueden ser localizados, y los que nos preocupan a nosotros los neumólogos son los trombos de extremidades inferiores, porque son los que pueden liberar un trombo, irse a la circulación y tapar una de las arterias del pulmón”, detalló Fernández, quien lleva 11 años en la práctica.
Si se libera al pulmón puede causar dolor de pecho, falta de aire. Y si es muy grande, el paciente puede perder el conocimiento y presentar cambios hemodinámicos, como una baja de presión o alza en el pulso, disminución del nivel de oxígeno.
“Son síntomas muy inespecíficos, pero usualmente se presentan así”, subrayó el doctor.
Entre los tratamientos, Fernández mencionó los anticoagulantes, ya sean administrados por vena, subcutáneo u oral. En casos extremos, se administran trombolíticos por vena, para romper el coágulo, indicó.
Un estudio dirigido por Marisol Ruiz-Meana, investigadora principal del grupo de Enfermedades Cardiovasculares del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) que dirige David García-Dorado, en el que ha participado el Grupo de Química de Proteínas del Centro Nacional de Investigación Cardiovascular (CNIC), ambos pertenecientes al CIBERCV, ha descubierto que las alteraciones funcionales de las células cardiacas en el envejecimiento no se explican por cambios oxidativos, sino que se deben a la acumulación de productos avanzados de la glicación (AGEs, del inglés advanced glycation end-products) que se produce, en parte, por un fallo en el sistema enzimático encargado de prevenir el daño por glicación.
Un estudio desarrollado por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha evidenciado que la hipertensión arterial puede ser controlada mediante el uso de antihipertensivos y previene el desarrollo de hematomas intramurales aórticos –enfermedad que podría causar la muerte-.
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