Por: Redacción Salud y Cardiología
El ejercicio es una práctica recomendada en pacientes con problemas cardiovasculares, incluso en personas con prótesis valvulares. En este tipo de pacientes, el programa de ejercitación debe iniciarse con el acompañamiento de un especialista, quien determinara a través de una prueba de esfuerzo qué tipo de deportes se pueden practicar.
Específicamente en paciente con stents, de acuerdo a la evolución de cada paciente, el tiempo estipulado para iniciar con la práctica de ejercicio puede variar entre dos o tres meses luego de la implantación. Pero luego de este tiempo, según la Fundación Española de Corazón, se puede realizar la prueba de esfuerzo e iniciarse con la actividad física.
Regularmente, los pacientes a los que se les ha implantado una prótesis valvular deben tomar medicamentos anticoagulantes. Por ello, es necesario evitar ejercicios demasiado intensos ya que se pueden producir accidentes y al estar anticoagulado se podría presentar hemorragias o sangrados exagerados. Además, siempre es importante contar con la autorización del médico ya que a parte del estado físico, tendrá en cuenta el grado de anticoagulación al que está sometido el paciente con el fin de identificar el deporte adecuado.
Lo ideal es que la práctica de ejercicio se dé de manera progresiva, con el tiempo se podrá aumentar la cantidad de tiempo que se dedica al deporte, por ejemplo, entre 30 o 60 minutos durante 3 o 4 días a la semana.
Los pacientes que practican regularmente algún deporte, bajo la vigilancia y aprobación médica, controlan y disminuyen los factores de riesgo, además de reducir los índices de mortalidad, en comparación con aquellas personas que son sedentarias.
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