Por: Geida L. Segarra, MD, Cardióloga
El prolapso de la válvula mitral (PVM) es una de las anomalías valvulares de mayor prevalencia. Estudios han demostrado que esta condición está presente en un 2.4% de la población. La válvula mitral posee dos valvas u hojuelas (“leaflets” en inglés) que abren y cierran para permitir el flujo de sangre del atrio izquierdo hacia el ventrículo izquierdo.
El prolapso de la válvula mitral ocurre cuando una o ambas valvas (“leaflets”) de la válvula se desplazan por más de 2mm del plano de su anillo hacia el atrio izquierdo durante la sístole, (fase de contracción de los ventrículos) que es cuando se cierra la válvula. Esta condición es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres. El prolapso de la válvula mitral puede estar asociado a insuficiencia de la válvula, esto es que la válvula al cerrar deja escapar flujo de sangre hacia atrás (hacia el atrio izquierdo). La insuficiencia mitral significativa en pacientes con prolapso, ocurre más frecuentemente en hombres mayores de 50 años que en mujeres jóvenes.
Usualmente, el prolapso de la válvula mitral ocurre como una condición primaria que no está asociada a otras enfermedades y puede ser familiar o no. Lo que se conoce como el Síndrome de PVM es más prevaleciente en mujeres jóvenes y generalmente tiene un curso benigno, mientras que la enfermedad mitral mixomatosa ocurre mayormente en hombres mayores y tiene un riesgo mayor de complicaciones, incluyendo la necesidad de reparar quirúrgicamente la válvula. El PVM también puede ser secundario a condiciones hereditarias de tejido conectivo que causan engrosamiento de las valvas y/o del aparato valvular.
La mayoría de los pacientes con PVM están asintomáticos y se mantienen así durante el transcurso de sus vidas. Pacientes asintomáticos, sin arritmias y sin insuficiencia mitral tienen un pronóstico excelente. Hay pacientes que pueden referir palpitaciones, dolor de pecho, mareos o pérdida de conocimiento, y si desarrollan insuficiencia mitral severa, síntomas de falta de aire o limitación al ejercicio. Los pacientes con PVM también pueden desarrollar arritmias sintomáticas.
La complicación más frecuente es la progresión en la severidad de la insuficiencia mitral lo cual puede causar agrandamiento gradual del tamaño del atrio izquierdo y del ventrículo izquierdo, fibrilación atrial (esto es un tipo de arritmia), hipertensión pulmonar y fallo cardíaco. Esta ocurre en alrededor de un 15% de los pacientes en un período de 10 a 15 años, siendo la edad y la severidad inicial de la insuficiencia mitral los factores primarios que predicen su progresión.
Uno de los estudios diagnósticos más importantes es el ecocardiograma, el cual es un estudio de ultrasonido del corazón, donde se puede ver el desplazamiento de uno o ambas valvas (“leaflets”), engrosamiento de la válvula o del aparato valvular y la presencia o no de insuficiencia mitral. El ecocardiograma ha revelado que un 20% de los pacientes con PVM presentan también prolapso de la válvula tricúspide y de la válvula aórtica.
A los pacientes asintomáticos, sin evidencia de arritmias o de insuficiencia mitral se les puede realizar un ecocardiograma de seguimiento cada tres a cinco años. Aquellos pacientes con insuficiencia mitral, especialmente los que presentan un soplo de larga duración en la fase de sístole, presentan mayor riesgo de progresión en la severidad de la insuficiencia y se les debe realizar el ecocardiograma anualmente. Hay pacientes que pueden requerir el que se les realice un ecocardiograma donde se visualiza el corazón desde el esófago y estómago el cual se llama ecocardiograma transesofágico (TEE). Pacientes con historial de palpitaciones, mareos, pérdida de conocimiento o arritmias ventriculares o prolongación del segmento QT en el electrocardiograma se les debe realizar un estudio de 24 horas de monitoreo del electrocardiograma que es lo que se conoce como un Holter.
Los medicamentos llamados beta-bloqueadores se pueden utilizar para el tratamiento de palpitaciones o taquicardias en estos pacientes. También se pueden utilizar para el tratamiento de malestar en el pecho asociado al PVM. Los pacientes con insuficiencia mitral severa asociada al prolapso, pueden requerir reemplazo o reparación quirúrgica de la válvula.
A pesar de las posibles complicaciones antes mencionadas debes recordar que la mayoría de los pacientes con prolapso de la válvula mitral permanecen asintomáticos durante sus vidas y sólo requieren seguimiento médico.
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